Un acercamiento a esta obra maestra de ciencia ficción dirigida por uno de los titanes del séptimo arte. Repasamos detalles (con links para los interesados) del fenómeno OVNI y de esta joya disponible en Netflix.
Por @santiagufranco
– ¡Einstein estaba en lo cierto!
-Einstein probablemente era uno de ellos.
Steven Spielberg venía de filmar Tiburón, una película extraordinaria en la que se dejó media vida pero consiguió un éxito de taquilla y crítica que puso el foco sobre su próximo proyecto. Él era un fanático del fenómeno OVNI incluso antes de ser director. Conocía bien las historias sobre Roswell y demás fenómenos que comenzaron a ser descritos con asiduidad a partir de los 50’s. Paul Schrader, guionista de Taxi Driver había escrito un guión sobre el fenómeno que Steven reescribió casi en su totalidad convirtiéndolo en uno de sus proyectos más personales.
Sería una película de ciencia ficción, sí, pero basado en testimonios y eventos conocidos dentro de la fenomenología OVNI que tanto le inundaba la cabeza. Contaría con Vilmos Zsigmond en la fotografía, con el gran John Williams en la música, el montaje con el habitual Michael Kahn, en los efectos especiales con Douglas Trumbull quien había trabajado previamente con Kubrick en 2001: Odisea en el espacio; y en el papel principal con uno de sus actores de Tiburón, Richard Dreyfuss. Es así como surge esta obra maestra de Spielberg y la película canónica que todo aquel interesado en el fenómeno OVNI debe ver, Encuentros Cercanos del Tercer Tipo.
La película es toda una exuberante celebración del cine y un arsenal de guiños a eventos, testimonios y personas que dicen haber vivido estos sucesos paranormales y también a los pioneros que han tratado de describirlos con la seriedad que consideran merece el tema. Desde el inicio con esa maravillosa escena en el desierto de Sonora en el que unas personas describen haber visto potentes luces en el cielo similares al sol mientras encuentran en el medio de la nada cinco aviones de combate TBM Avenger completamente intactos a pesar de haber desaparecido 30 años atrás cerca de los cayos de la Florida en lo que se conoció como la desaparición del vuelo 19, que dio inicio al misterio del Triángulo de las Bermudas.
El jefe de estas pesquisas es un científico de apellido Lacombe (inspirado en Jacques Vallée, un personaje real experto en el tema), interpretado por uno de los ídolos de Spielberg y uno de los directores más importantes de la historia del séptimo arte, Franςois Truffaut. No en vano las películas del estadounidense incluyen historias de niños que sufren la incomprensión y la soledad, dando cuenta de la clara influencia del director francés, autor de Los 400 golpes.
Con la maestría visual que caracteriza al director estadounidense nos va transportando casi como un documental por estos eventos sin olvidar que en toda historia del maestro también hay un trasfondo humano, en este caso el de Roy (Dreyfuss), un hombre que ha tenido un encuentro cercano con un OVNI en otra maravillosa escena en la que Spielberg juega con el factor sorpresa y la perspectiva de campo como nadie más lo hace.
A partir de ese momento Roy Neary no puede dejar de pensar en otra cosa y el guión se encarga de mostrarnos algo real y es cómo la vida de las personas que experimentan encuentros cercanos se dividen en un antes y después hasta llegar a la obsesión y en casos graves la disfunción familiar y la locura. Esto queda claro en las actitudes tomadas por el protagonista de ahí en adelante y en pequeños detalles que engrandecen la atmósfera de extrañeza como el momento en el que mira por la ventana a sus vecinos, viendo cómo viven su vida normal mientras él siente que ha abierto los ojos hacia una realidad más grande que él de la que no puede evitar ser consciente.
Son múltiples los detalles de esta película y soberbias escenas sobre las que podríamos escribir un libro. Vale la pena destacar que el director de Cincinnati nos entrega ejemplos de cada uno de los encuentros descritos por J. Allen Hynek, reputado ufólogo que aparece haciendo un cameo al final de la película. Del primer tipo con el avistamiento por parte de los aviones comerciales de las pequeñas luces rojas o foo fighters como las conocían los pilotos de la segunda guerra mundial. Del segundo tipo como la que vive Roy, aunque él las vivirá todas. Del tercer tipo como los cientos de personas en la India cantando «Aaya Re! Aaya,», que en hindi significa “Él ha venido” y cuando Truffaut pregunta ¿de dónde?, todos señalan al cielo en una escena escalofriante y hermosa. También del cuarto tipo como la que vive uno de los personajes más entrañables de la película, un pequeño niño de cuatro años en otra de esas escenas que demuestra que estamos frente a un titán del cine haciendo un guiño a otro de los eventos descritos en los 50’s, el encuentro de Kelly-Hopkinsville y que posteriormente homenajearía su heredero Shyamalan en Señales.
Si a esto le añadimos que todo el metraje está salpicado por eventos como los apagones antes de los avistamientos, el llamado cono de silencio y el post hippismo que se reúne en las carreteras a esperar las apariciones, queda bastante claro por qué ésta es considerada una película de una seriedad incluso superior a la requerida para abordar el tema.
Los últimos 40 minutos son de una belleza incomparable en la que se mezclan los juegos de luces, la música y los efectos especiales en tiempos en los que el CGI aún era una promesa y no una realidad concreta. Y en el subtexto queda consignado ese mensaje de la música como un lenguaje universal que trasciende cualquier barrera idiomática, así también el empeño en buscar herramientas para entender lo desconocido, lo extranjero, en lugar de temerle; un mensaje por cierto tan necesario en los tiempos que vivimos.
Con esta película Spielberg inaugurará el mundo de los extraterrestres amigables que llevará a la cumbre con E.T., de la que el mismo Truffaut diría que es una de las películas más hermosas que había visto. Y continuará por las siguientes décadas con un hambre voraz por contar historias al igual que su amigo Scorsese. No nos queda más que agradecerles por seguir en la tierra a pesar de haber venido de otro planeta.
Título original: Close Encounters of the Third Kind 
Año: 1977
Dirección: Steven Spielberg
Guion: Steven Spielberg
Música: John Williams
Fotografía: Vilmos Zsigmond
Reparto: Richard Dreyfuss, Teri Garr, Melinda Dillon, François Truffaut, Cary Guffey, George DiCenzo, Bob Balaban, J. Patrick McNamara, Shawn Bishop, Lance Henriksen
Productora: Columbia Pictures / EMI Films / Phillips Productions
Sinopsis: Una noche, cerca de su casa, en Indiana, Roy Neary (Richard Dreyfuss) observa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. Desde entonces vive tan obsesionado por comprender lo que ha visto que se distancia de su esposa (Teri Garr). Encuentra apoyo en Jillian Guiler (Melinda Dillon), una mujer que también ha sido testigo de los mismos hechos. Juntos intentan encontrar una respuesta al misterio que ha alterado sus vidas. Al mismo tiempo, un nutrido grupo de científicos internacionales, bajo la dirección de Claude Lacombe (François Truffaut), empieza a investigar las apariciones de ovnis y otros extraños fenómenos.
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