«Disco de Oro» narra la vida de Neil Bogart, un judío de clase baja que se convirtió en millonario como fundador de Casablanca Records en 1974, y a quien se le atribuye el descubrimiento y cuidado de algunas de las mayores estrellas de la música.

Por @antigonapelis

En los 70 ‘s Neil Bogart funda Casablanca Records, discográfica que va a catapultar a la fama a célebres grupos musicales. Después de pasarse años como buscavidas, de puesto en puesto, el productor musical de origen judío trabaja duro por su anhelo de conquistar el éxito. Ambición que coincide con el sueño de numerosos artistas emergentes  que va a descubrir y que hoy en día son leyendas de la música.

Si bien la producción de biopics se acrecentó y está en un gran pico, hay algunas que por la envergadura de su personaje generan interés independientemente del tipo de propuesta. Spinning Gold o Disco de Oro es otro drama biográfico que se suma a la lista y se centra en la vida y obra del productor discográfico Neil Bogart. Dirigida, guionada y producida por su hijo, Timothy Scott Bogart, esta película sorprende de principio a fin y no a causa de su virtuosidad. 

Los artistas en cuestión

No solo los músicos con los que la película se promociona aparecen en pantalla y tienen sus extensos minutos de desarrollo sino que tienen lugar otros cuantos más. Todas las decisiones de casting resultan incomprensibles. La caracterización y los parecidos físicos resultan insuficientes y pobres, pero como se trata de músicos a veces la prioridad es la performance vocal. No es lo que pasa con Donna Summer en donde la actriz suena como un imitador de bar. El desempeño de Kiss en el escenario parece irónico. Esto junto a lo que pasa con YMCA de The Village People y sus 30 segundos en pantalla, engloban una sensación de sabor a poco que en el caso de muchos fans puede resultar una falta de respeto para con los artistas. 

Este ambicioso y “soñador” productor comienza a salir de las deudas que fue acumulando durante años apostando a diversos artistas gracias a un hit de Donna Summers, pero según su hijo, fue él mismo quién sedujo a la reina de la música disco para obtener una versión perfecta de Love to Love you Baby.

Las sobras y faltas 

La voz en off sobra. Cuando se entremezcla en las capas de sonido, resultan repetitivas y la profundidad del tono no acompaña el peso de las palabras. La narración que ofrece el protagonista desde una omnipresencia se vuelve una carga más en este conjunto de imágenes inconexas y largas escenas. Durante las casi dos horas y media de película la voz en off acompaña de principio a fin, con un tono que busca enganchar por medio de una épica fallida que oscila entre una falsa rebeldía y una un subtono moralizante y superficial.

A propósito de las voces y los diálogos, no pareciera ser que hubo segundas consultas a dialoguistas o guionistas que al menos puedan aconsejar u orientar las conversaciones hacía un tono más orgánico. Pero este problema no es propio de las palabras sino además de las interpretaciones que de a momentos parecen parte de un sketch sátira del Saturday Night Live

Timothy Scott Bogart busca reivindicar la figura de su padre y como si no nos diéramos cuenta de sus intenciones desde el minuto uno, en el final, el mismo protagonista nos explica que quizás no recordemos su nombre, pero que él fue el responsable catapultar a todas estas estrellas a la fama. Alcanzó ahí sí quizás, el punto bajo más alto en toda la película. 

Con amor, para papá

Si bien la película es clara en su propuesta y dice que toda la narración está atravesada y motivada por la vida y obra del fundador de Casablanca Records si es cierto que la música y los artistas tienen un rol fundamental para la sucesión de los hechos. La realidad es que lo único que podemos ver del desarrollo de los artistas en cuestión son caricaturas e infantilizaciones. El rol de Neil Bogart ha sido innegable pero hay detalles o momentos innecesariamente largos. Primero porque no ofrecen un interés general que es el que busca convocar primordialmente esta película, sino porque la mayoría de escenas tienen una duración inentendiblemente larga en donde ni el sonido, ni las palabras, ni las imágenes presentan información narrativa. Y lejos de generar una atmósfera y devenir en un climax se vuelven un tedio de empezar a preguntarse por qué no se terminan.

En medio de estas eternas escenas, montajes incómodos y que encuadran sin ningún motivo, el olor a propaganda de sueño americano está latente, pero a diferencia de otras biopics sobre personajes carismáticos o relevantes para alguna industria acá no puede pasar desapercibido. 

Hay una sensación de tener que darle las gracias a este señor por haber logrado todo lo que hizo y logró pero resultan imposiciones, ya que el protagonista no genera empatía, gracia o complicidad. Al ser él un hombre blanco que llegó al éxito gracias a meterse  en un ambiente con mayoría de afro-descendientes ni siquiera hay recaudos narrativos en el recorte y el retrato que se hace de estas relaciones.

La sensación que queda es la de la una imposición que quiere hacer creer que Neil tenía la fórmula y les enseñó a todas estas estrellas a cantar, componer y desenvolverse, lo que reduce a los personajes a un lugar infantil y carente de profundidad o tridimensionalidad en donde todo lo que les pasa está únicamente atravesado por la existencia de Neil Bogart. 

Si hay algún aspecto a rescatar o alguna intriga a partir de Spinning Gold que invite a verla es poder responder la pregunta ¿es tan mala que es buena? pero lo cierto es que los puestos en ese insólito oasis del mundo del cine lo tienen muy pocas obras.

Sin dudas la vida de Neil Bogart habrá sido más interesante que este mal logrado recorte que termina siendo el capricho de un nepobaby. La película quería ser un sólido homenaje audiovisual al legado de un padre que supo sacarle jugo a los 70 ‘s pero debería haberse quedado solamente en ser una carta de amor a papá.

PUNTAJE: 3/10

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Título: Disco de Oro (Spinning Gold – 2022)

Dirección: Timothy Scott Bogart.

Guion: Timothy Scott Bogart.

Reparto: Jeremy Jordan, Michelle Monaghan, Jason Isaacs, Peyton List, Steven Strait, Neil Patrick Harris, Caitlin Fitzgerald, Richard Dreyfuss, Kenan Thompson, Dan Fogler, James Wolk, Sebastian Maniscalco, Nick Sandow.

Narra la vida de Neil Bogart, un judío de clase baja que se convirtió en millonario como fundador de Casablanca Records en 1974, y a quien se le atribuye el descubrimiento y cuidado de algunas de las mayores estrellas de la música. KISS, Parliament, Donna Summer y The Village People son sólo algunos de los grupos y cantantes que estaban en la lista de Casablanca Records, uno de los sellos más importantes en la cultura pop de los años 70.