[RECAP] AHS Cult: Great Again (S07E11)

Y llegó el tan esperado y épico final de una gran temporada de American Horror Story. Quizás la temporada más brutal, y sobre todo, realista.

Por @ElPatoAlvarez_

Obviamente si no viste el capítulo te aviso que hay SPOILERS por doquier.

2018. Prisión de máxima seguridad. Jackson, Missouri. Un Kai Anderson encarcelado hace su clásica sesión de meñiques a una guardia de seguridad, afro-americana y obesa. Se mete en su mente, como siempre hizo con la gente. En el medio de la charla dos reclusos de gran porte interrumpen para llevar de «paseo» a Kai a las duchas. La golpiza es inminente. Pero el joven Líder Divino no da puntada sin hilo, y uno de los reclusos resulta ser parte del culto que sigue generando aún dentro de una prisión. El plan para escapar comienza.

Cuando un nuevo y joven recluso pide protección a Kai (quien se ve que es bastante inclusivo en su secta, ya que tiene miembros de todos los estratos), se revela que sucedió para que él llegara a estar encerrado, un año antes:

Como vimos en el episodio anterior, el plan de asesinar 1000 embarazadas no dio sus frutos (por falta de recursos), pero no se detiene, ahora será «La Noche de las 100 Tates», como sombría ironía de la masacre del Clan manson que tanto atrae a Kai. A todo esto, Allyson encuentra a Speedwagon como el que traicionó a Kai al hacer un trato con la policía local por un delito menor que cometió. La blonda lo asesina, hecho que termina revelando al joven líder, y al mismo tiempo, devastándolo como consecuencia de darse cuenta que su hermana no lo había traicionado y la mató por nada.

Ally sigue alentando a Kai para que la muerte de Winter no sea en vano y cumpla con su plan, cosa que podría haber sucedido, sino fuera porque, como se veía venir, ella era la verdadera infiltrada y nada más ni nada menos que del FBI (la habían contactado cuando estuvo en el hospital psiquiátrico, cuando las grabaciones de Speedwagon llamaron la atención por ese culto que crecía en las sombras). La mayoría del ejército de Kai cae por las balas del grupo comando, otros se suicidan, pero el líder termina, como vimos, en prisión. Incluso Beverly, quebrada en su interior, logra salir indemne.

Tiempo después, Ally logra una pequeña (in) fama por ser la sobreviviente de un loco maníaco y está de nuevo en pareja, con una cocinera de su restaurante, ahora más próspero que nunca. En ese momento, aparece Bev y se ponen al día, hasta que la rubia la invita al cumpleaños de Oz.

En el mismo cumpleaños del niño hay un quiebre, ya que Kai llama por teléfono a Ally para amenazarla, aunque los insultos van de un lado a otro. Este hecho alienta a la ama de casa sobreviviente a postularse como senadora por Michigan, con Bev a la cabeza del manejo de su campaña. Pero las mediciones no son tan relucientes como creía y necesita un debate con su opositor para generar los votos que necesita.

Kai, con su plan de escape en marcha, logra hacerlo con la ayuda de la guardia que tiene en sus manos. Se presenta en el debate de Ally y amenaza con asesinarla, solo para darse cuenta que su arma no tiene balas. Sí, la guardia de la prisión estaba influenciada y actuó como «doble agente» para Allyson. Kai termina muerto de un balazo en la cabeza por parte de Bev, quien con esta acción logra redimirse y vengarse de todo su pasado.

Irónicamente, Allyson logra un triunfo aplastante en las elecciones, y sabemos que Kai fue un poco artífice de esto. No solo por la amenaza televisada nacionalmente, sino por haberle sacado sus miedos irracionales, darle un propósito.

La escena final, la que se esperaba por obvias razones, es Allyson con un capucha verde, tal el atuendo del culto feminista de Valerie Solanas y su pareja, Bebe. Evidentemente el Poder siempre quedará en manos de los que no están tan bien de la cabeza…

Acerca de Diego Alvarez 1480 Articles
Cinefilo, comiquero, coleccionista, comic addict. Whovian de tiempo completo.

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