[REVIEW] The Umbrella Academy – Temporada 2

El 31 de julio se estrenará la esperada segunda temporada de la serie desarrollada por Steve Blackman y Jeremy Slater, y aquí les contamos brevemente y sin spoilers con que se encontrarán.

Por @mauvais1

Patéticos, holgazanes, egoístas y cobardes, con un pésimo carácter, mortalmente heridos en sus egos, un grupo de niños que nunca a pesar, o quizás justamente, de contar con Pogo, Grace y el mismo Reginald Hargreeves como modelos adultos, siguieron siendo unos huérfanos en busca de un lugar donde ser y madurar. Este es el equipo que debe salvar al mundo, una vez más.

 Lejos de ese entretenido disparate, algo artificioso, que fue la primera temporada; la serie, esta vez, dentro de su desmadre, se toma el tiempo de darle un trasfondo a toda a su excentricidad, dotando a sus personajes de un arco dramático menos acelerado y torpe, logrando dentro de su fantasía, ser convincente en sus peripecias. El patetismo y la negligencia emocional de sus protagonistas tiene, sin embargo, la ligereza de un inicio superheroico de viñetas. Equilibrada, al haber hallado la justa medida de comedia y drama de acción.

Mejor ejecutada y elevando la vara en la producción, con la acción desarrollándose en la década de 1960, los conflictos también tienen una nueva perspectiva, aparte del  nuevo e inminente apocalipsis, y quizás por los tiempos que corren y la relevancia de ciertos temas, el corazón está puesto en conflictos como el segregacionismo, la discriminación en varios aspectos, política, una buena dosis de conspiranoia y claro, la dinámica familiar. Dejada atrás la presentación de los personajes y sus dramas personales, esta vez se opta por una ampliación de los mismos, las relaciones tóxicas o violentas, la vulnerabilidad sentimental; se llevan a cuestiones mucho más amplias como la exclusión por color de piel, la acartonada y burguesa perspectiva de triunfo, el silencio de las minorías raciales o sexuales.

Pero como decíamos, más allá de ser una serie sobre metahumanos y las consecuencias de sus omisiones tanto como sus acciones, la serie desarrollada por Steve Blackman y Jeremy Slater sobre el cómic de Gerard Way es sobre los lazos familiares; sin agotar la premisa de hermanos disfuncionales con un padre psicótico a la cabeza, aborda el tema desde diferentes perspectivas, parejas, hijos, amores y escrúpulos. Algo que nos sonará conocido para los que disfrutamos de Doom Patrol (2019-) de Jeremy Carver, que claro, será una referencia que no podrá ser soslayada.

La jugada está puesta en la eventual existencia de personajes del futuro interactuando con aquellos que son residentes de la ciudad de Dallas, Texas, en la década de 1960. En la exploración de las intenciones, que más allá de egoístas o algún tipo de altruismo, pueden estropearlo todo. Porque convengamos, el lazo de los protagonistas con el espectador es justamente la orfandad emocional de los mismos, la incapacidad de conectarse con cualquier otro. Eventualmente hallarán en sus conflictos por resolver la dinámica capaz de unirlos y convertirlos en el equipo que Sir Reginald Hargreeves no logró.

Es una pena que el despótico «libre de spoilers» no nos deje involucrarnos en análisis más profundos, porque esta vez sí vale la pena ver cómo puede construirse una fantasía superheroica sobre bases tan interesantes, como las planteadas en clásicos de las viñetas como la saga Marveliana X-Men de Stan Lee y Jack Kirby. Bajo el concepto de divertimento, que es realmente bueno aquí, logran una aproximación a las historias de dramas familiares enternecedor y ciertamente contemplativo. Las relaciones entre los hermanos y sus diferentes co-protagonistas esta vez se sienten resolutivas, generan interés y concentran la acción, que no es poca.

Ya para cerrar, diremos que más allá de los diez capítulos al uso que ciertamente pueden generar cierto incordio, no carece del gancho justo para superarlo y dar un entretenido drama de acción y ciencia ficción, que no evita el derramamiento de sangre, el suficiente humor negro (sin excederse), y una mucho más aceitada química de los personajes. Es claro que poco de la historia original de la viñetas queda aquí, quizás lo básico y por eso puede que sea una interesante sorpresa para los lectores.

La segunda temporada de The Umbrella Academy, logra ser una superadora entrega, en la que sus anti-héroes son la paradoja mejor lograda gracias al  elenco, como también a un equipo de guionistas y directores que superaron los anteriores obstáculos.  

Título: The Umbrella Academy

Dirección: Ellen Kuras, Stephen Surjik, Jeremy Webb, Amanda Marsalis, Tom Verica, Sylvain White.

Guion: Steve Blackman, Mark Bomback, Rawson Marshall Thurber, Jeremy Slater, Sneha Koorse, Robert De Laurentiis, Ben Nedivi, Eric W. Phillips, Lauren Schmidt, Matt Wolpert (Cómic: Gerard Way, Gabriel Ba).

Reparto: Ellen Page, Robert Sheehan, Adam Godley, Cameron Britton, David Castaneda, T.J. McGibbon, Tom Hopper, Eli Ham, Aidan Gallagher, Aniko Kaszas, Bola Aiyeola, Cameron Brodeur, Emmy Raver-Lampman, Ethan Hwang, David Guthrie, Colm Feore.

Cinco le advirtió a su familia (muchas, muchísimas veces) que usar sus poderes para escapar del apocalipsis desatado por Vanya en 2019 era peligroso. Bueno… tenía razón. El salto temporal deja a los hermanos desperdigados por Dallas, Texas, en distintos puntos del tiempo, que van desde 1960 a 1963. Algunos, tras haber quedado varados en el pasado, reconstruyen sus vidas y siguen adelante, seguros de que son los únicos sobrevivientes. Cinco es el último en llegar, en medio de un holocausto nuclear, que (¡alerta de spoiler!) resulta ser consecuencia de la alteración de la línea de tiempo provocada por el grupo (suena conocido, ¿no?). Ahora la academia debe encontrar una manera de reunirse, descifrar qué causó el fin del mundo, detenerlo y regresar al presente para frenar el otro apocalipsis. Todo esto sin caer en manos de un trío de despiadados asesinos suecos. Pero sin presiones, eh.