[REVIEW] The War of the Worlds: El soberbio regreso de un gran clásico

«Y antes de juzgarlos con demasiada dureza debemos recordar la destrucción cruel y total que nuestra especie ha causado no sólo entre los animales, como el bisonte y el dido, sino también entre las razas inferiores».

La guerra de los mundos – H. G Wells (1898)

Por @mauvais1

Lo eventos narrados en la novela del escritor británico han trascendido su época, convirtiéndola con el tiempo en la madre universal de las invasiones alienígenas, todo un género en sí hoy en día; como también una poco solapada crítica al pensamiento humano sobre temas como el extranjero, la dominación a través de la guerra y el comportamiento frente a las catástrofes. La idea original, una sátira mordiente sobre el colonialismo británico y su ideario de superioridad civilizatoria, más de cien años después sigue encontrando tierra fértil en el imaginario del lector, o como en este caso, el espectador.

La versión radial de Orson Welles en los albores de la 2° guerra mundial, la de Byron Haskin en 1953, aunque lejana al relato original, en plena guerra fría y momento clave en el recrudecimiento de la misma, y la de Steven Spielberg en los años en que la guerra y la paranoia domina el pensamiento americano, después de los atentados a las torres gemelas. Cada vez, la lectura americana ha ido siguiendo el espíritu de la obra en general. Paranoia, cataclismo irreversible del hombre, la destrucción total de la idea de superioridad absoluta. Y el extranjero que llega y se adueña de todo.

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La versión que nos ocupa, y que llega de tierras británicas, es escrita por Peter Harness (Jonathan Strange & Mr Norrell) y recrea de manera mucho más detallada la historia original, casi diríamos que es una interpretación cabal aunque con varios agregados que intenta profundizar en el pensamiento de la época en que se retrata, que es casi en la que fue escrita. Publicada en 1898, aquí nos proponen una Europa de comienzos del siglo XX, con la guerra ruso-japonesa como telón de fondo, ocurrida entre 1904 y 1905. Y de la que el espectador puede, también de allí, sacar nuevos datos sobre el pesimismo en que han envuelto esta adaptación. Pesimismo en un ideal de la época como también en el tan mentado comportamiento civilizado de los hombres que detentan el poder. La soberbia imperialista y armamentista, la flemática continencia. Todo es puesto en juego, uno que pierden y por mucho.

Amy y George, una pareja que vive en el pueblo de Horsell, visitan al astrónomo del lugar, Ogilvy, y juntos observan, a través de un telescopio, lo que parecen erupciones en la superficie del planeta marte. Lo que no saben es que son meteoritos que se estrellarán en la Tierra, cerca de su hogar irónicamente, y dará comienzo a una invasión a toda escala del planeta. El cuarteto protagónico lo cierra Frederick, hermano de George, político parte del gobierno y secretario de un tal Chamberlain, que seguramente es Joseph Chamberlain o su hijo Austen Chamberlain, ambos Secretarios de Estado en aquellos tiempos. La historicidad es atrapante porque en ella retrata una situación puntual del Reino Unido y su imperio, en el que jamás se ocultaba el sol, como mencionan parafraseando a Fray Francisco de Ugalde y el imperio español de Carlos I.

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El relato, partido en tres entregas, da una detallada cronología de la invasión, tomándose su tiempo para desarrollar sus personajes, que por momentos parece rozar lo coral. El divorcio y la hipocresía en las clases pudientes, la soberbia como escudo ante un evento catártico, y claro la miseria humana cuando se desata. Todo está allí, la ignorancia, la cobardía, la crueldad y el egoísmo, del que no escapan ni los supuestos héroes de la historia. Módica humanidad sin amaneramiento alguno, es sobre todo una mirada pesimista y derrotista, que muestra lo peor y que deja sobrevivir no al más apto, si no al más salvaje.

Gracias a una puesta sobria y de buenos efectos especiales, el espectáculo nos introduce en un mundo olvidado de carruajes, levitas y corsets para contar que no ha cambiado nada desde entonces, que el hombre parece solo liberarse módicamente de muchos de sus oscuros procederes, con el Brexit, las guerras de Oriente Medio, batallas económicas de los gigantes, etc. Y que con el juego de la doble línea temporal, solo alimenta el desamparo que provoca la invasión en sí. Dibujan una trama futura donde la victoria sobre los invasores es pírrica, sombra de una herencia menoscabada.

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Craig Viveiros (And Then There Were None), director de los tres episodios, destaca por sobre todo como amanuense de un relato frío y convencional en que los personajes son el motor fundamental de la historia, trazando en solo dos colores toda la puesta física que acompaña los cambios. No es particularmente estimulante su trabajo, aunque sí buen soporte del excelente guion que no escatima en golpes, no bajos, en su trazado. Son los años anteriores a la llamada Gran Guerra, que aquí muestran con una invasión marciana, y que marcaría el declive del imperialismo militarizado y la soberbia intelectual de la Europa dominante y dibuja un futuro en donde se pagan las consecuencias de tales políticas, es esta puesta, la más clara en esos aspectos, y la que mejor traza un tiempo ido en acciones que se perpetúa en pensamiento. Donde solo cambiaron las formas. Justamente lo que expresaba el pacifista y crítico social H. G. Wells.

Que transcurra a comienzos del siglo XX es, sin lugar a dudas, un acierto, porque entonces retrata mucho de lo expresado por el escritor y periodista, como también en lo práctico; un mundo donde la tecnología es apenas un esbozo de lo que vendrá enfrentando una muy superior, aun para nuestros conceptos actuales; la crítica al misticismo religioso, todo está allí logrando un evento interesante, dando vida a una obra que no envejece y que cada generación vuelve a releer. El ciclo de «La Guerra de los Mundos» es infinito porque el género es utilizado para retratar al hombre, que sin lugar a dudas poco ha cambiado.


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Título: La guerra de los mundo (The War of the Worlds – 2019)

Dirección: Craig Viveiros.

Guion: Peter Harness (Novela: H.G. Wells).

Reparto: Eleanor Tomlinson, Rafe Spall, Robert Carlyle, Rupert Graves, Freya Allan, Craig Thomas Lambert y Jonathan Aris.

Miniserie de 3 episodios.

Ambientado en la época eduardiana, como la novela original, narra la historia de una pareja formada por Amy y George que son testigos del terror desatado por la llegada de los extraterrestres mientras luchan por sus vidas ante una amenaza que escapa a su comprensión.

Acerca de Marco Guillén 4338 Articles
Aguanto los trapos a Jordi Savall. Leo ciencia ficción hasta durmiendo y sé que la fantasía es un camino de ida del que ya no tengo retorno.

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