Acaba de arribar a Netflix una adaptación más de una novela éxito en Wattpad, esas adolescentes, toscas y llenas de erotismo. Por suerte, «A través de mi ventana» funciona mejor que muchas anteriores.

Por @Gimei18

La plataforma de streaming ya ha logrado muchos éxitos con historias románticas para la audiencia adolescente, la mayoría siendo adaptaciones literarias. Esta vez llegó A través de mi ventana, basada en la novela de Ariana Godoy: la trilogía que, como Bridgerton, narra en cada libro la historia de uno de los hermanos. El marketing alrededor de la misma se basó en mostrar a los sexys actores, las escenas calientes entre ellos y el toque de drama necesario. La película española tenía todo para convertirse en un éxito, por ejemplo más de 60 millones de lecturas en Wattpad, y así sucedió.

En este tipo de historias es donde es lo esencial es la química entre los protagonistas, debemos festejar que los actores Clara Galle y Julio Peña se sacan chispas en la pantalla. Una Tres metros sobre el cielo actual y con más ganas de tener sexo que de andar en moto, o una Cincuenta sombras de Grey con púberes en pleno esplendor sexual. Ahora sí, lo que saben estos adolescentes en cuanto al arte amatoria no se entiende, parecen haberse criado con el Kamasutra bajo el brazo.

Importante destacar, entre otras cosas, que el guion ha sido mejorado notablemente (quien escribe se tomó el trabajo de leer el primer libro de la trilogía para poder comparar), dando más profundidad a los personajes y mejorando los diálogos.

Raquel, una chica humilde, lleva toda la vida loca por Ares, su atractivo y adinerado vecino. Lo observa sin ser vista y es que, muy a su pesar, no han intercambiado ni una palabra. Raquel tiene muy claro su objetivo: conseguir que Ares se enamore de ella. Era obvio que entre ellos se da una relación tóxica, consecuente de una obsesión de Raquel en un chico que nunca le habló en la vida. Pero ella no es una niña inocente y no está dispuesta a perderlo todo por el camino, y mucho menos a sí misma.

Así es que se van atando los cabos sueltos entre ellos para dar a relucir un “hilo rojo” que indefectiblemente los iba a unir, a pesar de las diferencias que se suscitan. No es un ejemplo de nada para la vida, pero ese juego sexy y oscuro de persecución entre los dos jóvenes, resulta, llama la atención y es muy excitante, aun cuando esté repleta de clichés del género. Muchas escenas de sexo que a los adultos nos termina chocando un poco porque los protagonistas no dejan de ser chicos (tal como sucede en Élite, para dar un ejemplo).

En cuanto a los personajes, contamos con Ares, el bello chico, duro, traumado, que parece llevarse el mundo por delante, siendo soberbio con todos. Es cierto que el rostro y el cuerpo del joven llama la atención pero no es tanto como habían vendido en las publicidades del film. Y, por otro lado, está Raquel, una chica buena, que estudia y trabaja, que está obsesionada con su vecino al que espía y tiene idealizado. Clara Galle es de lo mejor de la película, otorgando frescura y verosimilitud. Del resto del reparto no hay nada que decir, ni bueno ni malo, sólo completan el metraje. Desaprovechada Pilar Castro. Aunque la historia la vimos mil veces y los diálogos no son muy naturales, la química entre los protagonistas hace que uno se enganche desde el primer momento.

Teniendo en cuenta el género trillado adolescente que nos compete, A través de mi ventana sabe lo que es: un drama erótico y romántico, sin nada de comedia. A pesar de sus defectos, la película es un éxito y tiene con qué. Al igual que Raquel, sabe lo que quiere y va por ello.

PUNTAJE: 7.5/10

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Título: A través de mi ventana

Año: 2022.

Duración: 113 min.

País: España.

Dirección: Marçal Forés.

Guion: Eduard Solà. Libro: Ariana Godoy.

Fotografía: Elías M. Félix.

Reparto: Clara Galle, Julio Peña, Hugo Arbués, Eric Masip, Natalia Azahara, Guillermo Lasheras, Emilia Lazo, Pilar Castro, Lucía de la Puerta, Marià Casals.

Productora: Nostromo Pictures.

Distribuidora: Netflix.

Raquel lleva toda la vida loca por Ares, su atractivo y misterioso vecino. Lo observa sin ser vista y es que, muy a su pesar, no han intercambiado ni una palabra. Raquel tiene muy claro su objetivo: conseguir que Ares se enamore de ella. Pero ella no es una niña inocente y no está dispuesta a perderlo todo por el camino, y mucho menos a sí misma.