Llega a Netflix la co-producción con BBC One. De los creadores de «Sherlock», Mark Gatiss y Steven Moffat,«Drácula(2020)».

Por @ElPatoAlvarez_

El Conde Drácula. Ese antihéroe trágico que Bram Stoker nos legó como el monstruo primigenio que no puede escapar de su destino de no-muerto, bebiendo sangre para saciar su sed de vida.

Con la llegada del cine, el mito tuvo que transformarse y reformurlarse a través de su narrativa, teniendo así representaciones icónicas (y otras no tanto) de nuestro vampiro favorito.

Sin dudas, las más recordadas son las de Bela Lugosi en los albores del cine; luego Christopher Lee, impregnándole un aire más sexy y, como olvidar a Gary Oldman en el lastimoso cuento de amor dirigido por Francis Ford Coppola (la adaptación más fiel de la novela de Stoker hasta el momento).

Sin embargo, hay una fascinación sobre la inmortalidad y sobre la figura del vampiro que hacen que el mito no muera y se reinvente para nuevas generaciones, ya que éstas son historias y anhelos atemporales.

Mark Gatiss y Steven Moffat ya nos habían traído las aventuras de Sherlock Holmes en una Inglaterra moderna, trasladando los cuentos clásicos de Sir Arthur Conan Doyle a los tiempos de la hiperconectividad y el terrorismo tecnológico de una manera nunca antes vista, disparando al mismo tiempo la carrera de Benedict Cumberbatch a nivel mundial (Martin Freeman ya era conocido masivamente).

Quizás por esto, y por todo lo relatado más arriba, BBC One (en co-producción con Netflix) le encarga a la dupla creativa hacer una revisión de la leyenda del vampiro sofisticado originario de Transylvania.

Así, Drácula (2020) es una miniserie de 3 episodios que se cuenta más como una adaptación libre en tres actos del viaje iniciático del Conde (Claes Bang, en un papel consagratorio) desde su Rumania natal hasta Inglaterra, con un aire de cinismo nunca antes visto en el personaje, tomando como base la novela original, pero desprendiéndose de ella a los poco minutos.

La miniserie bebe de varias fuentes y adaptaciones del clásico de Bram Stoker para terminar formulando un relato gótico que homenajea a los films de la Hammer (incluso la interpretación y el físico del actor danés son muy parecidos a los del icónico vampiro de Christopher Lee) pero también acuña un lenguaje propio dotando la historia de humor negro, gore y monstruos como los Ghouls que nos darán pesadillas por varias noches.

La historia comienza con un Jonathan Harker (John Heffernan) en muy mal estado físico confinado en un convento-prisión siendo entrevistado por la Hermana Agatha (Dolly Wells), una especie de Sherlock Holmes con aires de superioridad intelectual, al mismo tiempo que con mucha curiosidad y pericia detectivesca.

El relato de Harker (y la historia) se entremezcla con huecos mentales y flashbacks en los que vamos descubriendo de a poco la personalidad e intenciones del Conde Drácula, un ser que luego de 400 años de vida también confinado a un laberíntico castillo, quiere finalmente salir un poco y conocer el mundo. Más precisamente el Nuevo Mundo. Algo así como una princesa de Disney pero con más humor negro y sarcasmo, sin olvidar la sed de sangre.

Agatha quiere descubrir qué es lo que hace a Drácula ser lo que es; cual es su meta, por qué le teme a los símbolos religiosos o al sol, por qué, en definitiva, una bestia (en apariencia) sin alma tiene tantas reglas que lo llevan a ser un ermitaño anhelando la libertad.

Las reglas de la novela de Bram Stoker son subvertidas de manera fresca por la dupla Gatiss-Moffat, al establecer un viaje en barco con un episodio lleno de misterio al mejor estilo «Agatha Christie» sin apartarnos de lo que verdaderamente importa: el Conde y sus intenciones de llegar a un nuevo mundo repleto de sabiduría, la cual la va adquiriendo a medida que se alimenta ya que «blood is LIVES» (En la sangre hay vidas).

El tercer y último episodio nos sumerge en el final del viaje del vampiro en una Inglaterra moderna, apresado de nuevo por una organización privada pero, dados los avances tecnológicos de hoy día, pudiendo liberarse y buscar a la «novia definitiva», que resulta ser Lucy Westenra (Lydia West), una joven frívola que no para de estar pendiente a sus redes sociales, como si de una no-muerta se tratara.

Finalmente el Conde logra su redención a través de su enemigo por antonomasia (o por lo menos por su descendiente) y se nos revelan los miedos más profundos de uno de los personajes más temibles de la cultura popular.

Drácula (2020) termina siendo un adaptación muy libre de un clásico de la literatura que reinventa una de las leyendas más clásicas sin perder de vista a los clásicos personajes (que están todos ahí) y la narrativa pero subvertiéndolos de manera que encajen en este nuevo relato en pos de que el foco central termine siendo el personaje interpretado de manera magistral por Claes Bang y sus conflictos internos.

PUNTAJE: 8.5/10

Ficha Técnica

Título original: Dracula
Año: 2020
Duración: 270 min.
País: Reino Unido
Dirección: Mark Gatiss (Creator), Steven Moffat (Creator), Paul McGuigan, Jonny Campbell, Damon Thomas
Guion: Mark Gatiss, Steven Moffat (Novela: Bram Stoker)
Música: David Arnold, Michael Price
Fotografía: Tony Slater Ling
Productora: Hartswood Films / British Broadcasting Corporation (BBC) / Netflix. Distribuida por BBC One / Netflix

Reparto: Claes Bang, John Heffernan, Joanna Scanlan, Morfydd Clark, Sacha Dhawan, Mark Gatiss, Dolly Wells, Jonathan Aris, Clive Russell, Catherine Schell, Nathan Stewart-Jarrett, Tim Ingall, Youssef Kerkour, Lujza Richter, Samuel Blenkin, Dilyana Bouklieva, Paul Brennen, Andrew Byron, Lily Dodsworth-Evans, Phil Dunster, Anthony Flanagan, Rob Horrocks, Anthony Kaye, Abdulla Majid, John McCrea, Sarah Niles, Sofia Oxenham, Natasha Radski, Joakim Skarli, Veronica Stanwell, Alec Utgoff, Patrick Walshe McBride, Cat White