«La agresión es un procedimiento al que se recurre con mucha frecuencia para sostener el amor propio frustrado»
Por @GiuCappiello
A sólo dos meses de haber iniciado el 2018, la plataforma de Netflix ya cuenta con varios éxitos en su haber y “The end of the f***ing world” es uno de ellos. Se trata de una serie inglesa de humor negro, basada en la galardonada novela gráfica de Charles Forsman.
James (Alex Lawther) y Alyssa (Jessica Barden) son dos adolescentes con fuertes personalidades y una gran tendencia a la agresión, que en el caso de James se manifiesta a través de prácticas sádicas, escondidas detrás de una apariencia introvertida. Alyssa encuentra a través de la palabra y la actitud desafiante su herramienta más poderosa para agredir al mundo que la rodea.
Claro que estos rasgos de carácter no provienen de la nada y a medida que avanzamos a lo largo de los ocho capítulos, vamos descubriendo la relación de estos jóvenes con sus padres, así como la dinámica familiar y los acontecimientos importantes de sus vidas que los llevaron a adoptar esta posición ante los otros.
Avanzamos a lo largo de cada capítulo a la vez que ellos avanzan por la carretera a bordo de un auto robado y una inminente huida. Ambos comparten la necesidad de dejar atrás su vida, pero en realidad la transgresión de Alyssa se amolda a la perfección con las intenciones ocultas de James: cansado de lastimar pequeños animales ahora busca quitarle la vida a algo más grande.
“Él quiere matarla, ella piensa que él está un poco muerto”
Como el título de esta nota lo indica, son varios los aspectos dentro de “The end of the f***ing world” que nos remontan al excelente Quentin Tarantino (“Pulp fiction”, “Reservoir dogs”) para empezar, aquellas escenas en que James se imagina asesinando a Alyssa contienen un grado de morbo muy propia de este director. No se trata del acto en sí, sino de la forma: una herida contundente y la sangre emanando a chorros pero en su justa medida, manteniendo el equilibrio perfecto entre horror y sátira, razón por la cual tanto esta serie como las películas de Tarantino se ajustan y despliegan muy cómodamente dentro del género de comedia negra.
Por otro lado, aquellas tomas realizadas desde el parabrisas del auto mostrando alguna conversación entre nuestros jóvenes protagonistas pueden remitirnos al famoso viaje en “Pulp fiction” de Mia Wallace (Uma Thurman) y Vincent Vega (John Travolta), así como también algunos escenarios y lo actos de vandalismo realizados a lo largo de la travesía –con un poco menos de cinismo– puede traer automáticamente a nuestras mentes las aventuras de Woody Harrelson y Juliette Lewis en “Natural Born Killers” (1994) película dirigida por Oliver Stone y escrita por Tarantino.
Un último aspecto que podría relacionarse con el director de “Inglourious Basterds” (2009) es la música: al igual que las películas de Tarantino, esta mini-serie cuenta con excelentes melodías que se vuelven tan importantes como los actores mismos a la hora de generar momentos y provocar sensaciones en el espectador. De hecho hay una escena puntual –a modo de guiño– en donde Alyssa baila despreocupadamente al ritmo de un viejo vinilo; esto es algo característico que se repite en varias películas del director estadounidense.
Algo que cabe destacar de esta mini-serie es el manejo de las “voces en off”: esa puerta que se nos abre a los pensamientos de los protagonistas. Al principio resulta algo cómico la evidente oposición entre lo que dicen y lo que realmente consideran, pero que luego ira mutando a medida que se desarrollan los hechos y el vínculo entre ambos adolescentes va evolucionando.
Adolescencia, amor, sexualidad y violencia son los temas que funcionan como motor y dirigen la trama a los largo de estos ocho capítulos. Tal vez al comienzo como espectador cuesta empatizar con la excentricidad de James y Alyssa pero rápidamente al conocer sus historias, tristezas y motivaciones, nos vemos sumergidos en ese viaje en carretera preguntando qué es lo que pasará.
“THE END OF DE F***ING WORLD” puede considerarse una actual y juvenil versión de “Bonnie y Clyde”, con estos dos jóvenes que manejan –mezclando inmadurez y exabrupto– tanto la serie de acontecimientos que se van presentando en su camino, así como su vida entera.
2 Trackbacks / Pingbacks