Ni No Kuni (2019) es la nueva adición al catálogo de anime de Netflix. En este caso hablamos de un film donde dos chicos de pronto descubren que pueden viajar a otro mundo, totalmente distinto al suyo, luego de que alguien intentara matar a su amiga.

Por @Caty90

Nuestros protagonistas son dos chicos de 16 o 17 años que han sido amigos desde muy pequeños: Yu y Haru. Ambos son muy cercanos con una chica de su misma edad, Kotona, pero específicamente, ella y Haru son novios. Yu, por su parte, está paralizado, por lo cual se maneja en una silla de ruedas.

La historia del film comienza cuando, luego de un día de clases, los tres intentan ir a un café que Kotona descubrió. El plan cambia cuando, para llegar al café, se encuentran con una larga escalera, lo hace el café inaccesible para Yu, quien simplemente les dice que vayan sin él, ya que de todas formas no quiere ser un mal tercio. La cita pasa, Haru y Kotona se separan para ir a sus casas y mientras ella va de camino a su hogar, se ve atacada de imprevisto. Al sentirse en peligro, los llama a ellos. Yu contesta y va en su auxilio, pero llega demasiado tarde. Cuando Haru llega e intenta llevarla al hospital, se impacienta y cruza la calle mal, lo que resulta en Yu sacándolo del camino. El tema es que, aún así, siguen en el medio de la calle y cuando un camión se avecina hacia ellos… de pronto se ven en un lugar que nunca antes habían visto y sin Kotona a la vista.

Así es como nuestros héroes y nosotros nos adentramos en esta historia llena de fantasía. Pero lo que se convertirá en el centro de la narrativa no es la magia o el nuevo mundo en sí mismo, sino la relación de los dos amigos cuando sus lealtades sean puestas a prueba por los miedos, las dudas y sus sentimientos hacia Kotona, ya que Haru no es el único que la quiere.

Visualmente, es imposible negar la influencia Ghibli en el diseño de personajes, especialmente si ponemos a Yu al lado de Howl (El castillo Vagabundo), una vez que este tiene el pelo oscuro. Esto a la vez no es extraño, ya que el juego que inspiró el film fue diseñado justamente por Ghibli y definitivamente le hicieron sus honores al estudio insignia de la animación japonesa. Aunque el mundo en sí al que viajan es un poco genérico, ya que bien puede haber sido sacado de Sword Art Online o Zero No Tsukaima, especialmente cuando vemos el diseño exterior del castillo o algunos de los monstruos.

Para entender bien la historia, hay que recordar parte de la premisa clave es que ambos mundos están conectados y que ciertas personas tiene contrapartes. El mejor ejemplo de ello es Kotona, cuya contraparte es la Princesa Astrid. Ambas personas comparten gustos y características similares, a pesar de ser personas totalmente diferentes.

Como ya comentamos en un párrafo anterior, lo más interesante es cómo las circunstancias mezcladas con fuertes emociones ponen uno contra el otro a estos amigos de toda la vida. Y a pesar de que es fácil pensar de a momentos que «tal tiene razón», la realidad es que ambos tienen puntos bastante validos para sus reacciones, ya que ninguno tiene pruebas fehacientes de que lo que están haciendo o viviendo sea 100% real. Lo cual difiere de la generalidad del género de viajes a otros mundos, donde en general, a pesar de la sorpresa inicial, todos suelen aceptar esa realidad con mucha facilidad.

De una forma u otra, ambos amigos logran superar las diferencias surgidas de estos enredos y salir airosos de la situación, la cual en más de un momento los pone entre la espada y la pared, bastante literalmente, y pone a prueba tanto su amistad como sus creencias y valores. Un film de fantasía apto incluso para chicos.