¿Hay alguna fórmula para transitar el dolor tras la pérdida de un ser querido? Ricky Gervais intenta responder esta y más preguntas en su nueva comedia dramática que produce, dirige, escribe y protagoniza para Netflix.
Por @lisacaamano
Ricky Gervais suele destacarse por su irreverente y, en ocasiones, polémico sentido del humor. Se lo ha visto en acción en los Golden Globes, disparando hacia diferentes personalidades de Hollywood, y más recientemente, en su especial de stand up para Netflix titulado “Humanity”, donde aborda con su particular sarcasmo temas como las susceptibilidades de la sociedad, la vejez, la muerte y la fama.
Fiel a su esencia, y nuevamente de la mano del gigante del streaming, el comediante inglés regresa a las pantallas hogareñas con “After Life”, una serie dramática con tintes de humor de tan solo 6 episodios de menos de media hora, que pretende ser su obra más madura y positiva hasta el momento, la cual protagoniza, escribe, produce y dirige.
En After Life («Más allá de mi mujer”, como la encontrarán en el catálogo latinoamericano) Gervais encarna a Tony, un editor periodístico que transita una profunda depresión tras el fallecimiento de su mujer por cáncer terminal. Su entorno tampoco es de lo más alentador: detesta su trabajo en diario local, su psicoanalista parece no ayudarlo en absoluto, su padre padece Alzeihmer y rara vez lo reconoce, y el único ser que lo espera al regreso en su hogar es su perra. Tras intentos fallidos de acabar con su vida, Tony decide dejar que esta le suceda, considerando que la pérdida de motivación total es una especie de “superpoder” para decir y hacer lo que se le ocurra, sin importarle las consecuencias de ser políticamente incorrecto.
Es así como Tony se nutre del Gervais de la vida real, un tipo misántropo, ateo, grosero y con la misma clave de humor. Por momentos puede volverse algo molesto y arrogante, pero no resulta difícil comprender que esta forma de actuar no es más que una coraza para afrontar el dolor, porque en el fondo te das cuenta que es un “buen tipo”.
Con un papel propiamente hecho a medida, el comediante inglés le aporta a la serie los momentos de comedia que equilibran a un drama cuya columna vertebral va a ser cómo transitar la pérdida de un ser querido y qué hacer con ese vacío.
Los personajes secundarios están bien diseñados, con motivaciones creíbles y se sienten reales. Tan variados como un adicto a la heroína, una pasante nueva, una trabajadora sexual y hasta una viuda con la cual interactúa en el cementerio. Cada uno es de alguna manera un soporte y un reflejo que contribuye al aprendizaje del protagonista.
La extensión y duración de los episodios resultan otro acierto, de manera que la narración fluye con un ritmo sostenido y mantiene la costumbre inglesa del formato serial de los 6 episodios. El desenlace, por su parte, se siente un poco apresurado y probablemente no sea de lo más novedoso, pero es consecuente con la historia presentada, busca ser inspirador y no deja de emocionar.
After life es un relato sobre las pérdidas, el dolor, pero también de la reconciliación con la vida, y la búsqueda de un propósito. Probablemente no haya una fórmula exacta para ello, pero el tiempo de alguna manera sana y en todas esas pequeñas interacciones mundanas, según Gervais, está la variedad y riqueza de la vida.
La vida después de la mujer de Tony continúa (y mirá si continúa) que regresará para una segunda temporada en 2020.
Título original: After Life
Año: 2019.
Episodios: 6 de 30 minutos.
País: Inglaterra.
Dirección: Ricky Gervais.
Guion: Ricky Gervais.
Elenco: Ricky Gervais, Tom Basden, Diane Morgan, David Bradley y Ashley Jensen.
Género: Drama | Comedia.
Tony llevaba una vida perfecta. Pero tras el repentino fallecimiento de su esposa, en vez de suicidarse decide llevar al límite lo que se puede o no hacer y empieza a hacer y decir todo lo que le da la gana. Algo que será complicado cuando todo el mundo decide intentar salvar a la buena persona que conocían.
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