Como su nombre lo indica, este clásico de Peter Hyams que junta el terror, la fantasía y el suspenso, es una verdadera reliquia. A la prensa no le gustó tanto. Cuando yo la revisité la volví a valorar como tal. Hoy: «The Relic».
Por AnxieBre
«The Relic» (1997) puede resultar confusa en algunos momentos que seguramente se podrían haber resuelto mejor, como por ejemplo, la escena del embarque de la cajas desde Brasil hasta el Museo de Historia Natural de Chicago.
Pero vayamos por partes. Para quienes aun no la vieron o no la recuerdan, todo comienza con un extraño ritual tribal en la selva amazónica con el arqueólogo John Whitney, que presencia y fotografía todo. En un momento le dan de beber una especie de té hecho y mezclado con unas hojas típicas de la zona, lo que le provoca alucinaciones con un monstruo. Luego se explica que esa criatura es Kathoga y es un ser mitológico con mucha historia detrás.
La película después nos traslada al mencionado museo, que tiene como personaje principal a la bióloga Margo Green, quien conoce circunstancialmente al teniente de policía Vincent D´Agosta con motivo de unos sangrientos asesinatos dentro del establecimiento. Aquí es donde empieza el verdadero suspenso. Comienza una investigación, donde las escenas de los crímenes son gloriosas y los detalles emocionantes; y es el momento en que queremos conocer al responsable. El misterio se maneja muy bien hasta casi más de la mitad del film.
Encuentro algo aun más fascinante en «The Relic», y es (a mi parecer) una especie de crítica social. Buena parte de la película se desarrolla en medio de los preparativos finales de la inauguración de una muestra nocturna sobre superstición, cuya gala es la misma noche en que la policía trabaja dentro del museo para encontrar a la criatura, cuyo tótem recién traído del Amazonas es la estrella dentro de la muestra.
La policía trabaja debajo, en las alcantarillas, guarida del monstruo, mientras que los señores de smoking y las señoras de vestido largo caminan por la alfombra roja comiendo caviar y bebiendo champagne, totalmente al margen de la realidad del momento. Clase alta por arriba, disfrutando, no enterándose de absolutamente nada (o no importándoles) y siguiendo la fiesta, mientras debajo están la policía, las víctimas y el monstruo peleando por sobrevivir, cada uno a su manera. Una vez que el monstruo (la realidad) sale a la luz – sube hacia la planta principal – se desata el clímax de la película.
Lo mejor de la película:
➡ El ritual de la tribu amazónica al comienzo
➡ Sus parecidos. Me hizo acordar a la surcoreana «The Host» (2006), dirigida por Bong Joon-ho; y un poco a «Sector 9» (2009), del sudafricano Neill Blomkamp, más hacia el final. Ya se darán cuenta por qué.
➡ Con alguna falla digital, pero con un diseño hermoso de la mano de Stan Winston (creador de las criaturas de Jurassic Park) se disfruta mucho de este monstruo con un diseño original y que no vemos tanto en los 110 minutos de metraje. Caso contrario, esa figura del villano se gastaría y ya no impactaría tanto.
Con una fotografía bastante oscura -el film parece estar en penumbras todo el tiempo – «The Relic» aparece a fines de los 90, cuando el cine de monstruos venía un poco alicaído, y después de haber pasado varios años sin que algo de este subgénero sorprenda al espectador. Como decía más arriba, algunos críticos la despedazaron alegando falta de calidad en los efectos especiales y visuales y un guion confuso e inútil (a comparación de la novela). Para mí es una película muy disfrutable, con buen ritmo narrativo y con personajes empáticos.
Título original: The Relic
Director: Peter Hyams
Guión: Amy Holden Jones, John Raffo, Rick Jaffa, Amanda Silver (Novela: Douglas Preston, Lincoln Child)
Productoras: Polygram Filmed Entertainment, Marubeni, Toho-Towa, BBC, Paramount Pictures. Coproducción Estados Unidos-Reino Unido-Alemania; Pacific Western, Tele-München, Universal Pictures
Elenco: Penelope Ann Miller, Tom Sizemore, Linda Hunt, James Whitmore, Clayton Rohner, Chi Muoi Lo, Thomas Ryan, Robert Lesser, Brian Steele
Duración: 110 mins.
País: Estados Unidos.
Cuando un barco que trae valiosos ejemplares para el Museo de Historia Natural de Chicago llega al puerto, aparece lleno de cadáveres horriblemente mutilados. Una bióloga evolucionista que trabaja en el museo (Penelope Ann Miller) y un teniente de policía (Tom Sizemore) intentarán esclarecer las causas de tan atroces muertes
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