[REVIEW] Platinum End

La nueva obra de los creadores de «Death Note» demuestra que, aunque repitas la formula, no obtendrás los mismos resultados.

Por @nahuutwm

En la Jump Festa celebrada a finales del año 2020 tuvimos el primer anuncio acerca de la adaptación a animé de la más reciente obra de Takeshi Obata y Tsugumi Ohba. La dupla de mangakas a cargo de Death Note y Bakuman, volvía al género que los catapultó a la fama. Platinum End, un thriller de acción y fantasía que plantea a un Dios cansado de su existencia. Por ello, reúne a sus ángeles más cercanos y les encomienda buscar a 13 candidatos para suplantar su puesto, bajo la única condición de que el nuevo Dios debe ser decidido en los siguientes 999 días. Para ello, cada candidato contará con Alas y flechas dependiendo del rango del ángel, en cada caso, para llevar a cabo esta elección.

Como podemos observar, se podría decir que toma elementos de Death Note y los subvierte. Si allí teníamos a los shinigami, que se asimilaban más a demonios, y el objetivo de Light era limpiar el mundo tanto de la corrupción como de los criminales, aquí se plantea a los ángeles como esa entidad, ese elemento sobrenatural, que adentrará a los personajes humanos al género fantástico. De la misma manera, así como en Death Note teníamos a un protagonista completamente activo y con convicciones claras, con un deseo insostenible de volverse Dios, en Platinum End ocurre lo contrario. A Kakehashi Mirai no le interesa en absoluto convertirse en Dios, ni mucho menos le interesa lo que hagan las demás personas mientras no intervengan en su propia felicidad o la de los demás.

A priori, esta vuelta de tuerca parece interesante. Sin embargo, el animé falla en varias cuestiones. Para empezar, la inacción del protagonista está pensada para repetir la fórmula ganadora utilizada en Death Note. El uso de actos de cuestionable moralidad planteada por los personajes de ambas series, se supone deben ser el primer factor de atracción de ambas. Después de todo, los juegos mentales eran el plus necesario para complementar este debate en filosofías que provocó, antaño, que la serie de Light y Ryuk quedara grabada en la memoria colectiva. Es tan así que, a día de hoy, aún existen personas que defienden a Kira. Por esto mismo, es importante remarcar que, aun habiendo subvertido los elementos, superficialmente, la formula sigue siendo la misma. Mas no funciona de la misma manera.  Los personajes en Platinum End, en su mayoría, son planos. Empezando por el protagonista quien, al ser un personaje inactivo en la narración, depende en extremo de su relación con los secundarios para hacer funcionar el debate ideológico y religioso que se plantea en un primer momento.

El problema de todo este planteamiento se presenta junto a la irregularidad de la serie. Luego de un arranque prometedor y la presentación de personajes secundarios con muchísimo potencial, la historia no sabe qué hacer con ellos. En algún punto, esta producción parece quedar atrapada en esta ideología perezosa e idealizada del joven Mirai. Pese a presentar antagonistas y aliados, por igual, que cuestionan su pensamiento, el protagonista no presenta una evolución (o involución, como en el caso de Light). Podría decirse que estamos ante el caso de una idea en extremo prometedora pero que se ve hundida por un conjunto de malas decisiones, que van cayendo como fichas de dominó. La expectativa generada durante capítulos y mini-arcos enteros está sostenida en la promesa de una conclusión que siempre termina siendo decepcionante.

Pero hasta ahora, hablamos de la historia. ¿Qué ocurre con la adaptación? Más o menos lo mismo. La adaptación a animé de Platinum End estuvo a cargo de Signal.MD, un pequeño estudio de animación fundado como sucursal de Production I.G. Al ser un estudio pequeño fundado, casi en exclusiva, para producciones infantiles y de teléfonos inteligentes, se encontraban en un aprieto. La producción de un anime de 24 capítulos requería tiempo, personal y presupuesto que los excedía por completo. Por este motivo, aparte de utilizar las clásicas técnicas de animación 2D a las que estamos acostumbrados para el vuelo de los ángeles y candidatos, así también como en la mayoría de enfrentamientos entre personajes, recurrieron a la utilización de CGI: técnica de animación 3D, realizada por computadoras, que abarata costos de producción y tiempo. Esto provocó que, aunque la historia sonaba prometedora y la fama de Death Note aseguraba un colchón de “fanbase” que empezaría la serie sin dudar, rápidamente se alejaran de esta producción de bajo presupuesto. Pese a este panorama negativo, la serie, que lleva “irregular” como adjetivo estandarte, posee picos muy altos de animación. Sobre todo hacia mediados de la serie tiene varias peleas utilizando diferentes tipos de armas y estrategias de ingenio que llega a rozar lo experimentado en la serie más exitosa de Obata y Ohba. Claramente el talento sigue intacto, su esencia permanece, pero como un diamante sin pulir, su brillo solo se puede ver por breves momentos.

En conclusión, nos pareció interesante traer Platinum End para charlar sobre cómo las formulas repetidas no siempre traen consigue los mismos resultados. Si bien la serie tiene picos altos, suelen ser breves momentos de lucidez posteriormente arruinados por el desarrollo fallido de los acontecimientos y conclusión poco trabajada por parte de los autores. Para colmo, el valor agregado por la adaptación al animé tuvo la mala suerte de contar con un estudio de animación pequeño y poco experimentado. Es una serie que vale la pena revisar sobre todo si son fanáticos de la dupla de mangakas. Eso sí, siempre manteniendo en la cabeza que la conclusión de la historia no estará a la altura del planteamiento inicial.


Título: Platinum End

Año: 2021-2022.

Episodios: 24.

País: Japón.

Dirección: Hideya Takahashi y Kazuchika Kise.

Guion: Shinichi Inotsume.

Productora: Signal.MD.

Emitida por: Crunchyroll.

La historia se centra en Mirai Kakehashi, un estudiante recién graduado que tras intentar suicidarse es rescatado por su ángel guardián, Nasse, quien fue elegida para protegerlo y hacerlo feliz. Para ello, Nasse le obsequia a Mirai poderes de ángel como unas alas gigantes con las que puede volar a altas velocidades y dos tipos de flechas que puede lanzar con su brazo derecho, una color rojo carmesí que quien la reciba se enamorara del lanzador y otra color blanco, que provoca la muerte instantánea. Mirai es también uno de los 13 candidatos elegidos por diferentes ángeles para tomar el papel de Dios, el cual debe ser elegido en 999 días.

https://www.youtube.com/watch?v=j_mki6TDEuw

Be the first to comment

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.