Controversial como pocas, «The Boys» es quizás la franquicia superheroica más jugada de la actualidad. Creada por Eric Kripke en 2019, más conocido por ser el responsable de «Supernatural», la serie cuenta con tres temporadas y una cuarta pendiente de estreno. Además, ya derivó en un spin-off animado (Diabolical) y en un futuro live-action (Gen V). Pero… ¿por qué ver «The Boys»?
Por @joacods
SUPERHÉROES DE VERDAD
The Boys, al igual que todo el universo de Marvel y DC, se basa en un cómic previo. En este caso, justamente, propiedad de DC. Editado en su división «Vertigo«, la historieta tuvo su tirada entre los años 2006 y 2012. Originalmente planeada como película, The Boys finalmente vio la luz en formato de serie de TV en el año 2019. La historia nos sitúa en un mundo en que los superhéroes conviven normalmente con humanos de carne y hueso, un universo superheroico mucho más realista al que estamos acostumbrados a ver: en este, los supes son bastante más crueles y corruptos que Superman o el Capitán América que conocemos. En esta realidad, poseen un estatus de celebridad como una estrella del deporte o un actor de Hollywood y los más prestigiosos son parte del famoso grupo «The Seven» (Los Siete), liderados por Homelander (Antony Starr). El gobierno de los EE. UU. vigila secretamente a estos seres superpoderosos con una división clandestina de la CIA formada por un grupo de militares algo suicidas y kamikazes, informalmente conocidos como «The Boys» (Los Muchachos) y encabezados por Billy Butcher (Karl Urban). El quid de la cuestión gira alrededor del choque entre ambos grupos, muchas veces de hecho pero en ocasiones de forma estratégica, librando una suerte de guerra fría entre supes y humanos. La serie lleva un poco más allá lo ya planteado por historias literarias previas (como Watchmen) y/o relatos que también en la pantalla han intentado abordar lo peligroso de tener un alienígena combatiendo a campo abierto y destrozando ciudades enteras (como en Batman v Superman) o de seres con poderes difíciles de entender actuando por sí mismos, sin tener que rendirle cuentas a nadie (como en Captain America: Civil War). En The Boys, estos seres cuentan con poderes pero tienen serios problemas para manejarlos, para diferenciar el bien del mal y toda la serie de cuestiones éticas con las que cualquier ser humano debe lidiar a lo largo de su vida; situaciones que a priori serían totalmente necesarias de monitorear si los metahumanos realmente existieran.
HUMOR NEGRO Y BIZARRO
Si hay algo que caracteriza a The Boys es su devoción por el humor negro y la preferencia por los hechos bizarros. Pocos minutos del episodio piloto bastan para adentrarnos en esta predilección, cuando vemos como la vida de uno de los protagonistas (Hughie, interpretado por Jack Quaid) está a punto de cambiar para siempre. Esta escena también sirve como ejemplo y anticipo de lo que se verá en adelante puesto que tenemos de primera mano una de las tantas consecuencias directas que causan diariamente estos superhéroes políticamente incorrectos. Ese lado B de los «héroes», poco explorado en la mayoría de las películas pertenecientes al subgénero, es una de las bases fundamentales de la serie: no es que no veamos a los personajes principales cuestionarse principios éticos como la justicia, el honor y/o el poder pero también (y sobre todo) los vemos en sus día a día y en su miseria y avaricia, en fin, en su lado más humano. Volviendo a retomar el foco que la serie pone sobre lo bizarro, no hace falta más que ver los primeros episodios de la tercera temporada, en los cuales las escenas subidas de tono están a la orden del día.
PERSONAJES PROFUNDOS Y DESARROLLADOS
El show aprovecha muy bien la posibilidad de desarrollar en profundidad a cada uno de sus protagonistas, explorando sus orígenes y sus personalidades. Esto nos permite entender un poco más sus motivaciones y sus miedos, aun cuando parece imposible que un ser todopoderoso pueda tenerlos. Justamente esa cuestión es la que el show intenta desglosar: los supes no son tan distintos a los humanos comunes y corrientes, sino que se parecen (en varios aspectos) más de lo que estos últimos creen. A propósito de esto, es especialmente importante la dedicación que el show le otorga a la relación entre las dos facciones enfrentadas, debido a que gracias a eso podemos conocer buena parte de las problemáticas de cada uno de sus miembros. Ese contraste en lo que se ve en la prensa (porque sí, los superhéroes dan ruedas de prensa en The Boys, aunque usted no lo crea) y lo que sucede en el backstage es definitivamente uno de los puntos más altos de la serie.
CRÍTICA SOCIAL
Queda claro a esta altura que The Boys es en sí misma una gran crítica social a nuestra realidad. Todo lo que vemos en su desarrollo no es más que una exageración (lamentablemente, a veces no) de situaciones que han sucedido y suceden en la actualidad, naturalmente dirigidas como dardos venenosos en su mayoría hacia el gigante norteamericano pero aplicables a todo el planeta. Todas las actitudes y muchas de las acciones que vemos en los protagonistas son extraídas casi literalmente de la vida real, en un mundo en el que vuelven a repetirse los enfrentamientos armados, las disputas territoriales militares, la represión violenta, el racismo, la homofobia y básicamente el odio en todas sus formas, habidas y por haber. Este universo que nos presenta el show no es para nada ficticio sino que bebe de lo que sucede día a día en el planeta, mostrando el desastre que podrían causar superhumanos y el que ya generan los humanos.
AUTOCONSCIENCIA
The Boys se sabe parte del subgénero superheroico y hace mella de eso, se aprovecha, lo convierte en un recurso narrativo: continuamente se ríe de sí misma, se reconoce inmadura, se mofa de lo que ha existido antes como la «norma» del modelo de estas franquicias y de lo que probablemente venga más adelante. Lógicamente, hay una contraparte para cada uno de los héroes más famosos de las viñetas y es así que va más allá de lo que cualquier producto haya llegado: su Superman tiene una suerte de complejo de Edipo, su Aquaman tiene una particular relación con los peces, su Batman es mudo…Lo mejor de todo es que la serie trabaja a partir de un grupo de humanos que no tienen poderes y, como suele suceder, tampoco podría considerárselos como los «buenos» de la historia.
The Boys es una de las propuestas más interesantes y más diferenciadas en cuanto a lo que respecta al ámbito del cual forma parte. Una opción que se sale de la medida de lo común y que si bien no es para cualquiera, sí apela a un ojo que busca algo fresco y particular.
Título original: The Boys.
Año: 2019 – actualidad.
Duración: 60 min.
País: Estados Unidos.
Dirección: Evan Goldberg, Seth Rogen, Eric Kripke.
Guion: Eric Kripke, Anne Cofell Saunders, Ellie Monahan, Evan Goldberg, Phil Hay, Matt Manfredi, Garth Ennis, Seth Rogen, Craig Rosenberg, Anslem Richardson, Rebecca Sonnenshine, Geoff Aull, George Mastras. Cómic: Garth Ennis, Darick Robertson.
Reparto: Antony Star, Karl Urban, Jack Quaid, Erin Moriarty, Karen Fukuhara, Laz Alonso, Tomer Capone, Jessie T. Usher, Chace Crawford.
Música: Christopher Lennertz.
Fotografía: Jeremy Benning, Dylan Macleod, Evans Brown, Jeff Cutter, Dan Stoloff.
Compañías: Amazon Studios, Original Film, Point Grey Pictures, Sony Pictures Television. Productor: Evan Goldberg, Seth Rogen. Distribuidora: Amazon Studios.
Género: Superhéroes. Comedia negra.
Serie de TV (2019-Actualidad). 3 temporadas. 24 episodios. La serie tiene lugar en un mundo en el que los superhéroes representan el lado oscuro de la celebridad y la fama. Un grupo de vigilantes que se hacen llamar «The Boys» decide hacer todo lo posible por frenar a los superhéroes que están perjudicando a la sociedad, independientemente de los riesgos que ello conlleva.
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