Hagamos un recuento del cine que no llegó a las salas argentinas, nueve películas de horror a las que deberíamos dar una oportunidad… Si las conseguimos.
Por @mauvais1
Comenzaremos el listado con un film que experimenta el terror de un modo clásico, interesándose más por la atmósfera que por el susto rápido y efectivo.
Hablamos de November (2016) del novel director, que también escribe el guión, Rainer Sarnet. November nos lleva a una aldea pagana estonia donde los hombres lobo, las plagas y los espíritus vagan. El principal problema de los aldeanos es como sobrevivir en el frío, oscuro invierno. Y, para lograrlo, nada es un tabú. La gente se roban unos a otros, a sus señores alemanes, a los espíritus, al diablo y a Cristo. En ese contexto, la joven Liina está irremediablemente enamorada de Hans, de una granja cercana, cuyo corazón se pierde por la hija de un señor alemán. Para recuperar su amor, Liina hará lo que sea necesario, incluso si ello significa aprovechar la magia negra que circula alrededor de la aldea. Protagonizada por Rea Lest, Jörgen Liik, Arvo Kukumägi, Katariina Unt, Taavi Eelmaa y Heino Kalm. Vean el impactante avance que tiene y digan si no se les hace agua la boca.
Una de las promesas del año fue Grave (2016), conocida también como Raw de la francesa Julia Ducournau, autora también de la historia de Justine, una joven de 16 años, vive en una familia donde todos son veterinarios y vegetarianos. Es una estudiante brillante y prometedora, pero al ingresar en la facultad de veterinaria descubre un mundo decadente, despiadado y peligrosamente seductor. Durante la primera semana, obsesionada por encajar con sus compañeros de clase, se aleja de los principios que le han inculcado su familia, y come carne cruda por primera vez. Las consecuencias no tardan en llegar, y la joven empezará a desvelar su verdadera naturaleza. Trajo no solo el escándalo de espectadores retirándose de la sala, si nó que mucha buena crítica. Protagonizada por Garance Marillier, Ella Rumpf, Rabah Nait Oufella, Laurent Lucas, Bouli Lanners y Joana Preiss.
Otra que es una delicada construcción de la atmósfera de terror y que se sirve del blanco y negro para narrar la historia de una mujer joven y solitaria es consumida por sus deseos más profundos y oscuros después de que la tragedia golpea la tranquilidad de su vida en el campo. The Eyes of My Mother (2016) de Nicolás Pesce en dirección y guión y protagonizada por Kika Magalhães, Diana Agostini, Will Brill, Olivia Bond y Joey Curtis-Green. La crítica se dividió en amarla u odiarla, aunque fueron más lo que se prendaron de este estudio sobre las degeneradas acciones humanas.
Y si de acciones humanas hablamos está la oscura Baskin (2016) de Can Evrenol y con guión de Ogulcan Eren Akay, Cem Ozuduru y Ercin Sadikoglu. Muharrem Bayrak, Mehmet Akif Budak, Fadik Bülbül y Mehmet Cerrahoglu protagonizan esta historia que narra cómo una patrulla compuesta por cinco policías investiga una llamada de socorro procedente de un edificio abandonado en medio de la nada. Se encuentran con una misa negra practicada por un oscuro culto. A plena noche y atrapados en un laberinto de horror puro, los policías tratarán de sobrevivir a los ataques de esta misteriosa secta. Sangre, gore y persecuciones con hachas… Un placer.
Persecuciones, detrás de nosotros cuando menos lo esperamos; Anomalous (2016) con libro de Hugo Stuven, que también dirige, David Zurdo y Fernando Acevedo. Lluís Homar es David, un joven que padecía una extraña variante de la esquizofrenia, ha aparecido muerto en su bañera de forma terrible. Se sentía perseguido y amenazado por una presencia que era incapaz de definir. Todo coherente con su enfermedad. Su psiquiatra, el doctor Friedhoff, consciente de sus escasos progresos, decidió someterle a una novedosa e inusual terapia: que se grabase en vídeo, él mismo, durante una semana. Siete días de su vida normal, cotidiana, tratando de captar esa presencia a través del ojo frío y objetivo de la cámara. Sip found footage a la española que tiene lo suyo. Otros actores; Christy Escobar, Edgar Fox, Adria Arjona, Ben Temple y Julio Perillán. Porque a veces los monstruos, metáforas de nuestro descontrol, puede que sean bien reales.
Pregunten si nó a Zoe Kazan y Ella Ballentine, actrices que protagonizan The Mosnter (2016). Ellas son Kathy y su hija Lizzy que se extravían en el bosque, quedando atrapadas en medio de una tormenta. Por si esto fuera poco, son acechadas por una criatura terrible, que no es humana ni animal. Bryan Bertino, en que dirigiera Mockingbird (2014) escribe y dirige esta cinta de terror fantástico que hace del miedo un elemento catártico para redefinir la relación entre una madre y su hija. No tuvo la mejor de las recibidas pero donde hay criaturas oscuras en caminos abandonados ahí estaremos nosotros para experimentar el terror. Uno que puede ser mucho más macabro cuando es una historia que pudo haber sucedido.
The Crucifixion (2017), es de este año pero nó, no los engañamos porque tampoco se estrenará por estos lares. Carey y Chad Hayes escriben esta historia que cuenta sobre la periodista Nicole Rawlis que comienza a investigar el asesinato de una monja, caso en que un cura fue detenido como culpable de esa muerte. Pero él asegura que ella murió mientras realizaba el ritual de exorcismo. Mientras ambos van detrás de esta historia descubren que tal vez el demonio no haya sido vencido en esa oportunidad. Xavier Gens, que participó de la serie Marseille – 2016, es quien dirige este thriller de horror sobrenatural. Y es protagonizado por Sophie Cookson, Corneliu Ulici, Brittany Ashworth y Matthew Zajac entre otros.
¿Y si todo fuera real? ¿Si el terror, el horror fuera algo que sobreviven día a día muchas personas a tu alrededor? The Nightmare (2015) es un documental donde el director Rodney Ascher se atreve a adentrarse en el mundo de pesadilla del extraño fenómeno conocido como parálisis del sueño, que afecta a millones de personas insomnes en el mundo. Atrévanse a conocer las historias de quienes creen que sus pesadillas son reales, que a través de los sueños viajan a otras, terroríficas, realidades. ¿Te invitaron alguna vez a participar de un experimento sobre el miedo? The Blackout Experiments (2016) lo hace. Rich Fox, en su primer trabajo tras las cámaras, es quien conduce este juego que fue creado en 2009 por Josh Randall y Kristjan Thorgeirsson y es una especie de «Casa Embrujada» donde uno experimenta el terror en completa oscuridad. Este documental hace foco en esta experiencia, en el la cual los participantes por propia voluntad forman parte del evento. Los terrores están vinculados con sus miedos personales, los cuales son confiados por ellos a los organizadores. Cada uno vive sus horrores. Los actores que ejecutan la performance tiene permitido tocar a los participantes y estos tendrán una palabra clave para detener el juego si se sienten demasiado aterrorizados. En este film podremos escuchar a los que intervienen en estas sesiones y así poder conocer qué es lo atractivo del horror.
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