Iron Fists and Kung Fu Kicks: El cine oriental en la cultura pop

19 de diciembre de 2019 Diego Alvarez 4B Recomienda, Netflix, Reviews 1

El nuevo documental disponible en Netflix nos revela cómo la industria del cine de artes marciales inundó la cultura popular desde la década del 60 del siglo pasado.

Por @ElPatoAlvarez_

Iron Fists and Kung Fu Kicks (2019) comienza con una secuencia, en apariencia, peculiar: un virus expandiéndose y multiplicándose. Con el correr del metraje entenderemos que esta es la perfecta analogía del cine de artes marciales hongkonés inundando el cine y la cultura pop en general.

Desde el comienzo se nos va enumerando cronológicamente cómo el cine de artes marciales nace por un cambio político y social en China, por los disturbios que ocasionaba el colonialismo y cómo los más desprotegidos se fueron identificando con personajes «paria» que ganaban enfrentamientos contra los más poderosos.

Quien supo entender mejor esto, al comienzo, fue la productora Shaw Bros, que pasó de realizar películas románticas y de corte histórico a las de acción con espadas. Quizás el primer referente fue Come drink with me (Dà Zuì Xiá, 1966), un exponente primigenio de este género donde la mujer tenía un protagonismo central.

Tal es así que su protagonista, Cheng Pei-Pei, era una bailarina que dejó las tablas para dedicarse a la actuación e inundar su «estilo de pelea» con ese andar tan característico del ballet.

En el documental se van mezclando imágenes de archivo junto a comentarios de actores, directores, productores, músicos y demás personalidades del espectáculo oriental y occidental influidos por la productora mencionada anteriormente y su rival, la Golden Harvest.

Si bien la Shaw Bros tiene filmes icónicos y legendarios como Five Fingers of Death (1972) o quizás la mejor película de la historia de las artes marciales, The 36th Chamber of Shaolin (1978), la Golden Harvest supo adaptarse a los tiempos cambiantes y sobrevivió no solo al paso del tiempo, mediante asociaciones con, por ejemplo, la occidental Warner Bros., asimismo que supo identificar a actores de otras latitudes y no ser machista en un mercado en franca expansión.

Así, Shaw Bros. termina muriendo a finales de los ’70 y pasa a la TV, mientras que Golden Harvest supo avivar el cine de acción mediante la comedia con nombres como Jackie Chan o Sammo Hung, al mismo tiempo que lanzaba actrices poderosas en pantalla como Michelle Yeoh o Cynthia Rothrock.

A no olvidarse que así como Shaw Bros. dejó ir a Jackie Chan en el «mercado de pases», también lo hizo con Bruce Lee, un As que la Golden Harvest aprovechó hasta incluso después de su muerte con resultados tan macabros como nefastos.

Pero Iron Fists and Kung Fu Kicks (2019) también nos habla de cómo esta clase de cine se comunicó con el paria de estados Unidos, principalmente con la comunidad afroamericana en la década del ’70.

Las películas de artes marciales generaban ese acercamiento del que hablé anteriormente, en el que «si entrenás, con disciplina, podrás lograr lo que sea». Así, los marginados de raza negra veían una doble función en cines llenos de ratas donde «Shaft» se mezclaba con Gordon Liu, y ambos personajes, si bien violentos, entregaban una moraleja.

Los jóvenes crecieron y, al mismo tiempo que nacía el break dance, el rap, el hip hop, estos adolescentes imitaban los movimientos, la cadencia y así nacían nuevos pasos de baile. Similares a los que alguna vez Cheng Pei-Pei impregnó en su personaje y redefinió el estilo de ópera china con ballet para dejar una marca en el cine de artes marciales, para siempre.

Tanta es la influencia de este cine que hasta los movimientos de mono de Jackie Chan fueron el gérmen primigenio de la disciplina nacida en Francia: el Parkour.

Podría seguir enumerando los distintos temas que toca Iron Fists and Kung Fu Kicks (2019), pero mi sugerencia es que se pierdan en las casi dos horas de metraje y que vean la influencia que tuvo y que sigue teniendo el cine de artes marciales en nuestra vida y en la cultura pop. Un cine que fue bastardeado no una, ni dos, sino varias veces, pero que aún así, logró ganar varios premios de la Academia.