[REVIEW] La Funeraria

Una película de terror en donde una familia convive con la muerte.

Por Federock

Con un recorrido con la cámara por dentro del lugar, apreciamos esta funeraria con habitaciones arruinadas, sin vida, en contraste con otras amuebladas, con trofeos y una buena televisión. Este lugar es el negocio de Bernardo: una funeraria. Allí él, con su pareja y una hijastra, conviven con ataúdes, coronas y extrañas presencias. Con esta buena ambientación nos adentramos a una película que intenta ser profunda con algún drama familiar más allá de mostrar buenos sustos, pero no llega a impresionar.

Uno de los problemas es la falta de tonalidad en las voces de los actores y actrices que hacen creer que provienen de una mala actuación o de una intención de crear personajes sin vida acomplejados por el lugar en donde están, la funeraria.
Hay momentos en que de la nada ya vemos a una madre llorar frente a una hija sin expresión alguna. No hay un incremento de tensión y solo es un desahogo de ella, el cual no apreciamos de dónde proviene. Además hay ciertos elementos o habitaciones de la casa presentada al principio que nunca son explicados ni usados para la trama, solo están ahí como un espíritu que espera.

Los pequeños soliloquios del personaje de Luis Machín se sienten incómodos a pesar de que pueda haber “otra presencia” en el lugar. Esa otra presencia es la que incomoda a los personajes que conviven en este lugar en mal estado, sin ninguna razón aparente.
La única que quiere irse de allí es la hija y es la que peor demuestra ciertos sentimientos. Hay escenas completamente innecesarias que solo intentan crear algo de suspenso pero no llegan a su cometido.

Por otra parte, no hay congruencia en lo que dice la madre y el cómo la trata el esposo. Los diálogos en general explican ciertas cosas entregando demasiada información en palabras de personajes que parecen cansados de la vida. Como si sus almas hubieran sido chupadas por la muerte que los rodea.

Los efectos visuales y sonoros están bien logrados, con algo de originalidad pero sin poder ayudar al guion y a una atmósfera fría que le falta apreciación. Un pequeño momento interesante es cuando aparece el querido Hugo Arana y su personaje de viejo malvado pero querido por sus equivocaciones y su forma de hablar.

Otro de los personajes que aparece para ayudar a la resolución es la chamana Ramona, la que revela todo para nosotros, generando que los anteriores personajes que vimos carezcan del peso suficiente para concluir la trama. Es decir, todos los personajes que hemos visto hasta ese momento estaban vacíos sin nada en que el espectador pudiera agarrarse y preocuparse. La película intenta crear un drama familiar que nunca llega a acomplejarse como sucede por ejemplo en Hereditary (2018).

Aunque suceda todo en solo una locación, parece desaprovechada. El director y guionista Mauro Iván Ojeda intenta buenos planos y seguimientos con la cámara para lograr que parezca una presencia la que los vigila, pero luego hay solo escenas sin ese poder de atemorizar o intrigar al espectador. El ritmo lento del comienzo tampoco ayuda a conocerlos, como ciertos momentos que parecen ir hacia el ¿humor?, con la palabra “forro” escrita en alguna parte.

Es como si la película pidiera tanto en el espectador sin siquiera entregarnos ápices de lo que está por venir o de un drama familiar del pasado, más que diálogos aburridos. Hay tantas cosas alrededor en la casa para usarlas metafóricamente con la muerte y el descanso de estos muertos que nunca son utilizadas. Además de tener un final que intenta ser poético y termina siendo casi para reírse.

PUNTAJE: 5/10


Título original: La funeraria

Año: 2020.

Duración: 86 min.

País: Argentina.

Dirección: Mauro Iván Ojeda.

Guion: Mauro Iván Ojeda.

Reparto: Luis Machín, Celeste Gerez, Camila Vaccarini y  Hugo Arana.

Productora: Del Toro Films.

Género: Terror

Bernardo es el director de una funeraria. Dirige su negocio en la misma casa en la que reside: en la parte delantera recibe a sus clientes, mientras que en la trasera vive su familia disfuncional entre ataúdes, coronas funerarias y traviesos entes sobrenaturales que les visitan a diario. Atribuyen su presencia a los cadáveres sin vida que acumulan en su hogar a causa del trabajo. Sin embargo, un día deciden tratar de descubrir el origen de estas criaturas… Con un resultado aterrador.

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