[REVIEW] Tau: 2018 – Una odisea en la mansión automatizada

Tau

Netflix continúa con sus erráticas propuestas de ciencia ficción. Luego de largometrajes como Bright, Mute, Anon, Annihilation y The Cloverfield Paradox, llega el turno de esta propuesta realizada por el director debutante de origen uruguayo, Federico D’Alessandro.

Por @martog23

En un periodo relativamente acotado, Federico D’Alessandro logró hacerse un nombre dentro de la industria de Hollywood. Nacido en Uruguay pero habiendo crecido en el país del norte, Federico trabajó en importantes producciones como por ejemplo: I Am Legend (2007)The Chronicles of Narnia: Prince Caspian (2008) y Where the Wild Things Are (2009). Su reconocimiento llegaría hace aproximadamente 9 años cuando Marvel Studios lo contrató como principal artista de storyboards (guiones gráficos) y supervisor de animatics (previsualizaciones animadas),participando de cintas como ThorCaptain America: The First Avenger, y la cinta de superhéroes más exitosa de la historia The Avengers.

Este año le tocó hacer su debut cinematográfico detrás de las cámaras como el director de Tau (2018) un atractivo relato de ciencia ficción que si bien le debe algunas cosas a producciones más originales, no se ubica entre los desastres que hemos visto últimamente en la plataforma de streaming más conocida de la actualidad. Recordemos que Netflix tuvo ciertos pasos en falso como Mute, Anon y Bright pero también supo darnos platos suculentos como la tremenda y fresca Annihilation.

Tau cuenta la historia de Julia (Maika Monroe) una joven que se gana la vida robándoles sus pertenencias a hombres que frecuentan bares y pubs con el objetivo de conquistar mujeres. Una noche, luego de terminar su tarea delictiva, Julia es secuestrada por un extraño inventor (Ed Skrein) que la usa como conejillo de Indias en un extraño experimento que involucra a una novedosa inteligencia artificial. Lo único que se interpone entre ella y la libertad es TAU (con la voz de Gary Oldman), la IA desarrollada por su raptor que cuenta con un batallón de drones para controlar el lugar, una peligrosa casa futurista. Julia tendrá que hacer gala de todas sus capacidades y valor para recuperar su libertad y convertirse en la primera persona que logra salir con éxito del lugar.

La historia se nos presenta de manera prometedora pero con el correr del metraje y debido a algunas decisiones narrativas desacertadas no llega a ser un gran producto. Tau es una especie de IA que nos recuerda bastante al HAL 9000 de 2001: A Space Odyssey (1968) pero que no llega a tener el ingenio de aquella despiadada maquina, y a diferencia de aquel software este parece desconocer una infinidad de cosas que buscará aprender por medio de Julia. Resulta un poco inverosímil que una IA tenga hambre de conocimiento y busque desobedecer la rutina bajo la que fue programada, sin embargo, la autoconciencia y otras yerbas han sido tratadas en varios relatos, aunque quizás de mejor manera. Lejos estamos de la elocuencia de relatos como Ex Machina (2014) de Alex Garland, pero dejando de lado ciertos aspectos inverosímiles del relato y teniendo en cuenta que la IA está en pleno proceso de desarrollo, es interesante la inversión de los roles donde el ser humano es el enemigo y no la maquina que se revela (aunque de cierta forma lo hace ya que desafía a su creador), donde el humano se comporta de manera más desalmada y Tau se comporta de forma más humanitaria. La tecnología hace que nos preguntemos cosas del estilo: ¿Puede una maquina desarrollar conciencia? ¿Si es capaz de ser consciente de sí misma, puede llegar a desarrollar sentimientos?

Como bien mencione anteriormente, hay relatos de ciencia ficción que plantean mejor estas cuestiones, y es que Tau apela más al entretenimiento que a la reflexión filosófica. Además, el guion mismo priva a la historia de ser algo más por medio de secuencias poco planeadas, vueltas de tuerca predecibles y algunas inconsistencias y/o licencias que se toma la trama para justificar el avance de la misma. Un aspecto interesante del relato, lo comprende su elenco minimalista donde en la mayor parte del relato tendremos tres personajes que se enfrentan u oponen entre sí. Maika Monroe, la cual se destacó en It Follows (2014) nos otorga una interpretación más que digna en su oposición al villano de Ed Skrein (Deadpool) que tuvo un rol más escueto y menos explotado. Un villano del que sabemos poco y que debería haberse desarrollado un poco más. En el medio se ubica la personificación de Gary Oldman como Tau que aporta su cuota de dualidad y/o división entre lo correcto y lo incorrecto, entre su creador y la víctima, entre la libertad y la opresión.

Por el lado de los aspectos técnicos cabe destacar el inspirado trabajo de fotografía de Larry Smith (Only God Forgives), al igual que el logrado diseño de producción que con poco terminan armando este escenario fantástico de grandes proporciones. Una buena forma de economizar los recursos disponibles.

Tau es un film correcto que podría haber sido mucho más si se hubiese despegado un poco de las producciones a las que nos remite. Una especie de cruza entre el film de Kubrick y Cube (1997), que no resulta demasiado innovadora. La trama general es bastante previsible y deja poco lugar a sorpresas.

Puntaje: 6/10


Título original: Tau

Año: 2018

Duración: 97 minutos

País: Estados Unidos

Director: Federico D’Alessandro

Guion: Noga Landau

Música: Bear McCreary

Fotografía: Larry Smith

Elenco: Maika Monroe, Ed Skrein, Gary Oldman, Fiston Barek, Ivana Zivkovic, Sharon D. Clarke, Ian Virgo, Paul Leonard Murray, Dragoljub Ljubicic, Irene Chiengue Chiendjo, Greg De Cuir y Danijel Korsa.

 


 

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