[REVIEW] Vivo: Sangre latina con glóbulos bajos

Continuando con lo visto en películas animadas anteriores de Sony Pictures Animation como La familia Mitchell Vs. Las Máquinas o El dragón de la tetera, Netflix vuelve a sorprendernos con un estreno exclusivo en su plataforma de streaming. Vivo ya es la tercera película animada del estudio estrenada en el mismo año. ¿Están haciendo muñequitos o tiene valor este nuevo film? Esperemos que lo segundo.

Por @nicobarak

Este 2021 está siendo un año muy productivo para la firma de animación digital Sony Pictures Animation. Siendo su mayor éxito la sorpresiva La Familia Mitchell Vs. Las Máquinas, desde Sony han aprovechado a solidificar su relación con Netflix y firmar estas 3 películas con estreno exclusivo en su plataforma. Pero como es bien sabido, no por hacer en cantidad significa que todo esté bien logrado. En el caso de Vivo, el film animado y musical recién estrenado, vamos a tener que poner algunos peros.

La historia del film cuenta la historia de Vivo, un kinkajú (que a efectos prácticos es un animal que se parece bastante a un bonito mono en la película, pero en la realidad es bastante menos tierno) que disfruta de tocar música junto a su dueño en La Habana, Cuba. Luego de una situación extraordinaria, Vivo deberá viajar a Miami para conocer y entregarle una canción compuesta por su dueño a una famosa cantante.

A la hora de analizar qué sucede al ver Vivo, hay que diferenciar muchos aspectos. Por un lado, el elemento central del film, o al menos lo más destacado del mismo, es la música. La película, por si no quedó muy claro según lo descrito anteriormente, es un film musical. Eso significa a efectos prácticos que los personajes comenzarán a cantar aleatoriamente en momentos del film, aún más que en el promedio de películas animadas. Si algo hay que decir sin dudar es que todas las canciones de la película alcanzan un nivel de calidad bastante alto y efectivo.

Esta calidad musical no es cosa de suerte. El compositor e interprete musical principal del film es nada más ni nada menos que Lin-Manuel Miranda, el celebre compositor y dramaturgo de Broadway, quien viene preparando y buscando que le financien el film desde hace más de 10 años. El estilo de composición de este artista se basa en generar una mezcla de géneros musicales con el rap, la música latina y la estructura narrativa de un musical clásico, generando ritmos bastante creativos y originales. En este caso, Lin-Manuel, quien también hace la voz del personaje de Vivo, vuelve a dar en el clavo con sus canciones y terminan siendo lo mejor del film, sin tampoco superar algunas adaptaciones previas al cine de sus obras de teatro musicales como la sólida In The Heights o la aclamada Hamilton.

Algo relevante a destacar hablando de las canciones, y que resulta un poco obvio pero decepcionante al mismo tiempo, es la diferencia de calidad entre las canciones en su idioma original, en inglés, y las versiones adaptadas al español. En un film donde lo latino e hispanohablante resultan tan importantes, se echa en falta un poco más de trabajo en la traducción e interpretación de las letras, siendo también relevante el hecho de que es un film infantil y que muy probablemente será muy escuchado en español. Esto es algo que Disney, la competencia, maneja más que bien y siempre sus canciones resultan igual de pegadizas y divertidas en ambos idiomas. Si tienen el interés para escuchar las versiones originales, disfrutarán de una musicalidad y composición lirica mucho más creativa y atípica.

Aun así, si hubiera que juzgar al film únicamente por la música, y con el asterisco lingüístico de las traducciones incluido, Vivo sería un excelente film animado, disfrutable para niños y adultos. Lamentablemente, no es ese el caso que tenemos entre manos, ya que la película resulta bastante genérica en algo más que importante. La historia de este film resulta bastante convencional y demasiado vista.

Con un primer acto interesante que nos introduce en lo que viven los personajes en La Habana, la historia se lava por completo cuando el protagonista emprende su viaje hacia Miami. Allí Vivo conoce a Gabi, una niña enérgica y problemática para con su madre y para con el espectador. El personaje de Gabi, a pesar de tener algún momento divertido, estructura demasiado el relato y lo lleva hacia la típica historia de dos amigos que quieren llegar a un lugar. Todo este segundo acto en el cual estos dos personajes interactúan y se dirigen hacia su objetivo resulta monótono y poco creativo, sobre todo teniendo en cuenta el nivel y lo interesante que resultaba lo que sucedía anteriormente en La Habana.

Para cuando nos queremos dar cuenta, eso sí, el largometraje cierra sus puertas y termina bastante rápido, por lo que no es una película que se sienta larga o densa, pero casi todo lo que sucede tiene ese toque de olvidable y poco relevante que apaga muchísimo sus propias posibilidades. Las canciones, aun en sus mejores momentos, no logran ser lo suficientemente icónicas como para que las recordemos al terminar, y aunque sea fácil criticar al compositor, en este caso la historia parece ser la culpable del delito. Ésta es la que no logra ser suficiente como para generar situaciones y momentos interesantes o divertidos. Aun en los mejores momentos de Lin-Manuel Miranda, nos olvidamos con facilidad lo que pasa en el film.

Esto se puede ver aún mejor en el estilo artístico y visual elegido para la animación. Con la contribución de Roger Deakins (si, si, el mismo director de fotografía de The Big Lebowski, Blade Runner 2049 o 1917) como consultor visual, Vivo cuenta con secuencias animadas bastante bien logradas y visualmente atractivas. Pero, al igual que con las canciones, aunque la imagen sea linda y pintoresca, la mayor parte de las veces esto resulta insuficiente como para generar momentos y situaciones memorables.

Quizás todo esto suene a que el film es un desastre, y Vivo está lejos de serlo. Pero viendo lo que pudo haber sido y leyendo sobre las intenciones de Lin-Manuel Miranda para con el film, es una pena que se quede en ser meramente una cinta más o menos entretenida. ¿Es Vivo una película que vaya a aburrir totalmente? No, probablemente logre mantener al espectador la hora y media de duración viendo qué está sucediendo. Pero al terminarla, queda la sensación de que podría haber sido mucho más. Para el interesado en algo más, solo queda quedarnos con las canciones y, la verdad, en un musical animado y dirigido para niños, quizás esto pueda ser suficiente.

PUNTAJE: 6/10


  • Título original: Vivo
  • Año: 2021.
  • Duración: 95 minutos.
  • País: Estados Unidos.
  • Dirección: Kirk DeMicco y Brandon Jeffords.
  • Guion: Quiara Alegria Hudes. Musical: Lin-Manuel Miranda. Historia: Lin-Manuel Miranda.
  • Música: Lin-Manuel Miranda.
  • Fotografía: Animación, Yong Duk Jhun.
  • Reparto: Voz: Lin-Manuel Miranda, Ynairaly Simo, Zoe Saldana, Juan de Marcos González, Michael Rooker, Brian Tyree Henry, Nicole Byer, Gloria Estefan, Leslie David Baker, Katie Lowes, Olivia Trujillo y Lidya Jewett.
  • Productora: Sony Pictures Animation. Distribuidora: Netflix.
  • Género: Animación. Musical. Comedia

Narra la vida de Vivo, un kinkajú («oso de la miel» de la selva tropical) dotado de un brillante talento para la música, que busca la forma de viajar desde La Habana hasta Miami para entregarle una canción al antiguo amor de su adorado dueño.

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