[REVIEW] Tres hermanos

La desdicha familiar cae sobre tres hermanos metaleros mientras un río amenaza con arruinar la cosecha en El Bolsón (Patagonia Argentina).

Por @living_like_john_wayne

Tres hermanos, coproducción entre Argentina y Chile, está dirigida por Francisco Paparella (Zanjas, 2015) aborda el caos familiar desde adentro en plan in crescendo. Con el bosque patagónico como un personaje más se sumerge en la oscuridad de los frágiles lazos de sangre.

Tres hermanos, cada uno de ellos peculiar, se encuentran enemistados y los une un negocio forestal. El alud provoca árboles caídos que se pueden aprovechar para comercializar madera, no sin contar con la creciente del río como una amenaza constante.

El mayor, ya sin trabajo en la costa pesquera chilena, toma mucha birra y es cocainómano. El intermedio, el más recio, maneja los tratos sociales y es bastante reservado. El menor, con problemas de conducta, hace taekwondo y atraviesa un período de frustración/búsqueda sexual.

Este es uno de los grandes aciertos del film: el perfil definido de sus tres protagonistas. En un entramado de actuaciones notables, cada uno de ellos se encuentra en posición de lucha ya sea por la tensa relación familiar (incluso su tío no los apoya) o por la introspectiva soledad.

En una escena el hermano menor escucha rock metal con la música a tope, entonces el intermedio (claramente molesto) sale de su habitación para apagar el dispositivo. El menor lo derriba con técnicas de taekwondo al son del hermano mayor (quien arenga la pelea como si de una lucha de MMA se tratase). «¿Te gusta putita? ¿Te gusta?». El mayor se ríe y los mira mientras se toma una cerveza.

El otro gran acierto del film está en la dirección. Francisco Paparella, es oriundo de El Bolsón, se entiende que el guion estaba pensado celosamente para aquella locación. El tormentoso bosque se convierte en un enemigo para los hermanos. Más peligroso e impredecible por pertenecer a fuerzas de la naturaleza.

Un desacierto, esto es totalmente subjetivo, es el ritmo pausado. Para ser una película de hora y media se siente más larga, más por la decantación de escenas random (las apariciones femeninas son volátiles y poco concretas) que por la duración en sí. Con algunos cabos no resueltos que no entorpecen el resultado final del film, solo lo postergan.

A excepción de Argentina, 1985 (Santiago Mitre) el cine argentino venía de capa caída con títulos poco logrados como Camuflaje (Jonathan Perel), Granizo (Marcos Carnevale) y Trenque Lauquen (Laura Citadella); Tres hermanos se posiciona como un film, cuanto menos interesante e interpelativo. Escapa al lugar común y, pese a no contar con un gran presupuesto, hace de la cuestión masculina un debate.

En conferencia de prensa, Andy Gorostiaga cuenta que para desarrollar el papel del hermano rudo, fornido y (en apariencia) seguro de sí mismo, tuvo que pasar por el proceso de «entrar y salir del personaje» pues era un desafío representar al hermano duro. El macho argento que, se supone, debe prevalecer ante las adversidades y es, por sobre todas las cosas, un macho alfa. Una interrogante propuesta ¿El macho es o se hace?

El universo de Tres Hermanos demuestra que la hombría es un castillo de cartas. Escenas de mujeres que intentan satisfacer al hombre, intentan porque no pueden. El río como metáfora de las vicisitudes humanas, lo que es, es y lo que no, nunca será. La pulsión sexual y el poco tacto varonil en el trato hacia las féminas como resultado de un trauma familiar que incluye a la madre (complejo de Edipo presente).

La música heavy metal juega un papel importante como soundtrack omnipresente. Casi no hay momento en que no suene Horcas. Como detalle, el hermano menor hace headbanging al ritmo del rock más pesado y toca la batería para desestresarse. Hay escenas que dan la sensación de que cualquiera de los tres protagonistas podría necesitar atención psicológica o, al menos, el apoyo emocional de alguien cercano.

En común con films internacionales: se podría emparentar con la danesa Brothers (Susanne Bier, 2004) o su impecable remake estadounidense del mismo título dirigida por Jim Sheridan en 2009. Aunque en este caso las foráneas, por su trasfondo de guerra, tienen elementos que las convierten en obras más viscerales y universales. Y, salvando las distancias presupuestarias, con Lo imposible (Bayona, 2012).

Recomendada para aquellos que quieran adentrarse en un mundo personalísimo, para tomar apuntes actorales o para los que gusten de películas de atmósfera opresiva. No recomendada para espectadores ansiosos.

Mención para el premio especial del jurado obtenido en el Festival de Mar del Plata 2022.

PUNTAJE: 6/10


Título: Tres hermanos

Dirección: Francisco Joaquín Paparella

Guion: Lautaro Gimenez Lini, Francisco Joaquín Paparella

Reparto: Andy Gorostiaga, Ulises Yazón, Emanu Elish

Fotografía: Roman Kasseroller

Reparto: Andy Gorostiaga, Emanu Elish, Ulices Yanzón

Tres Hermanos cazadores Patagónicos, metaleros, lidian con sus problemas de manera hermética, se reúnen en el campo paterno después de mucho tiempo.
El Menor se siente atraído por un compañero de jiu-jitsu.
El Mediano es diagnosticado con cáncer testicular.
El Mayor pierde su trabajo en un barco pesquero y vuelve al pueblo enganchado a la cocaína.
Mientras tanto, las lluvias amenazan con un alud en el bosque quemado que rodea su aserradero.

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