La serie «Killing Eve» se supo llevar todos los elogios desde el principio. Acá les traemos algunas de las razones para no perdérsela.
Por @Caty90
Killing Eve nos trae la relación de gato y ratón entre una asesina a sueldo casi perfecta y una oficial del servicio secreto inglés en la rama de la protección de testigos demasiado observadora para su propio bien.
SANDRA OH
Nuestra protagonista fue por muchos años una cirujana implacable en Grey’s Anatomy. Ahora, por fin, es la protagonista y lo hace con todas las de la ley. Oh es Eve Polastri, esposa de un profesor polaco (el epítome de normal) y trabajadora aburrida del servicio de protección a testigos del MI5.
Pero es inteligente, observadora, ligeramente obsesionada con asesinos seriales y en seria necesidad de un reto. Su vida es muy normal para lo que su mente necesita y encuentra en estos casos un misterio que resolver (aunque uno que, a mi parecer, no pensó que de verdad fuera a tener la oportunidad de intentar resolver).
Es independiente y tiene su cabeza puesta en su trabajo y su matrimonio. Aunque sabe jugar bromas pesadas y defenderse cuando es necesario.
JODIE COMER
La contraparte de Eve es una asesina a sueldo rusa que tiene la habilidad de cambiar de modus operandi según sea necesario, lleva años pasando desapercibida y se está confiando. Ella conoce a Eve mientras la envían a matar a la novia de su última víctima, quien no debería haber salido viva para empezar.
Jodie Comer se pone en la piel de esta psicópata desalmada con tanta naturalidad que logra el humor a base de una calma absoluta y que todo le importe un bledo. Eso es hasta que conoce a Eve. Esa es otra historia.
Pero es claro desde el primer momento que es alguien de temer, ya desde la escena en la heladería cuando no logra que la nena le sonría y le tira el helado encima al irse mientras le da una propina al heladero.
LA HISTORIA
El thriller en los últimos años ha estado en alsa. Especialmente con series orientadas a obsesiones y/o conspiraciones (Quantico, Absentia, etc.) pero todas tienen la misma fórmula repetitiva y, sacando los nombres, casi los mismos personajes…que rara vez parecen algo más que la heroína o la villana de una serie.
Como ya sospecharan de los dos puntos anteriores, en Killing Eve los personajes podrían tranquilamente ser gente que nos cruzamos en la calle, cada uno con su historia y su vida y sus altas y bajas. Son personajes tridimensionales y, lo mejor aún, las mujeres son más que un estereotipo. Además de que son «fuertes sin caer en el estereotipo de no llora, es fría y usa un arma o sabe pelear«. Eve es fuerte cuando se baja del auto para hacerle frente a Villanel, por ejemplo. No está armada, no es una luchadora. Simplemente cree que la otra no la va a matar a ella. Es quizá una movida un poco tonta, pero va al punto. ¡Y tiene unos plot twists alucinantes!
Y esto también aplica a los personajes masculinos, que para variar no son clichés macho y súper atractivos. Bill con sus historias pasadas y su familia a los sesenta y su bebé que adora. Nico con sus clases y sus alumnos y con lo mucho que la quiere a Eve.
EL DISEÑO DE VESTUARIO
¿Vieron esas series donde las mujeres están todo el día en tacos sin importar que trabajo tengan? ¿Y que tienen esos vestidos de diseñador que no habría forma de conseguir con los supuestos sueldos que deberían tener? Bueno, eso aquí no pasa. Sí hay ropa linda de vez en cuando, pero Eve y Villanelle visten según les queda más cómodo o sea necesario. Pero no andan por ahí con ridículos tapados de diseñador y stilettos mientras cada una lleva a cabo sus respectivos trabajos. Bueno, quizá Villanelle alguna vez, si tuvo que mezclarse en una fiesta, pero se entiende el punto.
Eve incluso se pasa la serie en un impermeable azul que de fashion no tiene ni un pelo y en unos zapatos sin tacos que casi parecen de hombre si mirás sin prestar atención. Porque, en sintonía con la historia, la moda no importa. Es un utensilio, no el centro de atención que parece ser en algunas series.
EL RITMO NARRATIVO
Si bien el formato es bastante clásico (episodios de 40 minutos, temporada de 8 episodios), todos sabemos que no encontrar la medida justa entre avanzar la historia y mantener la acción es difícil. ¿Quién no ha dejado de ver una serie o película porque tardaba mil años en que algo pasara o, justo al revés, dejó una historia porque la misma le tiró mil hechos distintos a la vez y no sabía para donde salir corriendo?
Si hay algo impecable en Killing Eve es esa mezcla perfecta entre ir desarrollando historia y personajes sin caer en el bodrio pero sin sobresaturar al televidente. La historia marca el paso con certeza y constancia.
Probablemente podamos seguir con esta lista un buen rato más, pero logramos probar un punto. Esta serie llegó con un montón de buenas ideas bien ejecutadas y con mucho que contar. Y por eso vale la pena verla.
Killing Eve es una serie creada por Phoebe Waller-Bridge, basada en la novela del mismo nombre escrita por Luke Jennings. Y cuenta con un equipo de guionistas; Vicky Jones, George Kay, Rob Williams, Luke Jennings, Emerald Fennell, Jessica Ashworth, Freddy Syborn, Jeremy Dyson y Henrietta Ashworth. Y es protagonizada por Sandra Oh, Jodie Comer, Fiona Shaw, Kim Bodnia, Owen McDonnell, Kirby Howell-Baptiste, Sean Delaney y Darren Boyd.
Producida por BBC America, Panorama Films, Sid Gentle Films y distribuida por BBC America fue nominada a seis premios Emmy en esta última entrega, de los que obtuvo el de Mejor actriz en serie drama para Jodie Comer.
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