«Tenet», lo nuevo de Christopher Nolan, por fin ve la luz a través de las pantallas de cine. Luego de su última película «Dunkirk» (2017), Nolan vuelve con un tanque cinematográfico de espionaje y «viajes» en el tiempo protagonizado por John David Washington, Robert Pattinson y Elizabeth Debicki.

Por @joacods

Tenet sigue al «Protagonista» (Washington), un agente anónimo de la CIA, en una historia que lo verá enfrentándose a un enemigo que desconoce mientras desafía a los límites del espacio-tiempo y de la realidad. Solo con el conocimiento de una palabra, «TENET», el Protagonista deberá abrirse paso en un mundo de espionaje internacional, teniendo un rol a cumplir en una misión de urgencia pero sin conocer a su equipo de trabajo. Así, tendrá que descifrar su destino y a la vez desenmascarar un complot que puede desatar la Tercera Guerra Mundial.

«Vamos a ver cómo es, el reino del revés…» entona María Elena Walsh en una de sus más icónicas canciones y resulta bastante justo adaptar el título de la artista para hablar un poco de esta mega producción que es Tenet. ¿Qué tendrá que ver Walsh con Nolan? Quizás no mucho, por lo menos no a simple vista, pero una rápida lectura de la letra del tema en cuestión hace que nos encontremos con las líneas siguientes:

Me dijeron que en el Reino del Revés
Hay un perro pekinés
Que se cae para arriba y una vez
No pudo bajar después

El espectador bien podrá pensar, una vez terminado el visionado del film (o bien luego de uno, dos o más rewatchs) que estas líneas tranquilamente podrían remitir a alguno de los sucesos que se ven en esta nueva entrega del cineasta de la trilogía batmanica. En Tenet todo parece funcionar de atrás para adelante y las cosas parecen caer para arriba y no hacia abajo.

Alguien ha descubierto un resquicio en la molecularidad de todas las cosas y los seres y como en términos científicos, nada se pierde y todo se transforma, vamos de Jorge Drexler a Gustavo Cerati; tomando prestadas sus frases porque en Tenet, finalmente «nada se pierde, yo lo transformo». O aunque sea, así debe pensar el malo malísimo de la película, Andrei Sator, en la piel de Kenneth Branagh. Esta situación, que juega con la potencialidad de algo aún imposible y que el mismo Nolan define como una premisa que no busca ser científicamente exacta, sirve de punto de partida y también de base para todo el desarrollo del film, un clásico thriller de espías con una guerra a punto de estallar.

El cast principal lo completan Robert Pattinson como Neil, un actor que viene sumando papeles interesantes entre films independientes y otros un poco más hollywoodenses, en un rol bastante atracado en la historia del Protagonista y Elizabeth Debicki, quien encarna a Katherine Barton, una especialista en arte y esposa de Sator.

En el caso de Debicki, otra actriz en alza, llama poderosamente la atención la similitud entre este personaje y el que tuvo en «The Night Manager» años atrás. Además el film cuenta con actuaciones de Dimple Kapadia y uno de los actores fetiches del director, Michael Caine. La sensación que uno puede palpar del reparto es que si bien nadie tiene momentos ridículos (como por ejemplo la pobre Marion Cotillard en «The Dark Knight Rises»), tampoco ninguno brilla por sus dotes actorales, ni siquiera el mismo protagonista.

Por cuanto respecta a la historia, hay que señalar algo y es que, buscado o no (aunque todo parece indicar que hay una intención), Tenet es una película intrincada, complicada, agobiante y finalmente…confusa. Es de una cualidad visual soberbia (algo a lo que el director nos tiene acostumbrados), cuenta con una banda sonora impecable (ya sin Hans Zimmer en las partituras y con firmita de Ludwig Goransson) y secuencias de acción que cualquier director de una peli de James Bond envidiará sobremanera.

Pero todo esto no quita que la historia termine enredándose en sus vericuetos temporales y de guión y que complique su comprensión al abrir numerosos interrogantes que no logra responder, aun en los casos en los que lo intenta. Quizás la re-visión múltiple del film logre desentrañar tanta puerta abierta dejada por Nolan a lo largo del film pero la realidad es que a diferencia de sus anteriores «El Origen» e «Interestellar», Tenet parece haberse pasado de rosca y la sensación de caos narrativo predomina frente a la majestuosidad de todo el resto.

Lo que se critica aquí no es el hecho de «dejar abierta» una historia, muchas de las mejores películas de todos los tiempos cuentan con un final abierto, sino la falta de coherencia entre los cabos sueltos dejados a lo largo del metraje.

En suma, Tenet es un blockbuster que no hay que perderse. Es una experiencia visual única y si es posible, hay que vivirla como se debe dentro de un cine. Las malas pasadas que la historia le juega a la película corresponden a un guión que termina pecando de hueco y falto de contenido, algo que contrapone nuevamente a este film de Nolan con otros de su filmografía, mencionados aquí anteriormente.

No suma que la mezcla de sonido sea de difícil comprensión por momentos, algunos de ellos incluso con diálogos importantes para la trama, algo que llama mucho la atención para un film de un cineasta que suele prestarle especial atención a este apartado. No obstante, y a pesar de muchas críticas que quizás exageran en su severidad, no hay que perder la oportunidad de ver una historia de este calibre visual en la gran pantalla.

PUNTAJE: 7/10

Título: Tenet

Dirección: Christopher Nolan

Guion: Christopher Nolan

Reparto: John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branagh, Dimple Kapadia, Michael Caine.

Productora: Warner Bros. Pictures, Syncopy

Armado con tan solo una palabra –Tenet– el protagonista de esta historia deberá pelear por la supervivencia del mundo entero en una misión que le lleva a viajar a través del oscuro mundo del espionaje internacional, y cuya experiencia se desdoblará más allá del tiempo lineal.