«I Am Mother» es otra película más de Netflix y el género post-apocalíptico, que últimamente parecen tener una relación muy estrecha y sobre todo, reiterativa. ¿Es esta historia una que finalmente se destaque?

Por @nicobarak

Esta obra de ciencia ficción cuenta con una premisa algo curiosa. Una joven adolescente parece ser la única mujer viva luego de un apocalipsis que aniquiló a toda la humanidad. Su existencia es cuidada por una madre robot que la educa y cría en una base subterránea. Todo está muy tranquilo hasta que una mujer ensangrentada llega al lugar y comienza a hablar del exterior.

Hay que aceptar que los primeros minutos de la película realmente son muy buenos. La introducción de esta disparatada historia, acompañada de una leve exposición, contribuye a que el espectador se interese en lo que está pasando. El probablemente poco presupuesto que tenga no es ninguna excusa ni limitación para el trabajo de arte en esta base subterránea, con toques y detalles futuristas muy cuidados. El problema es que esta primera parte sirve y funciona tanto por querer alejarse del cliché post-apocalíptico y generar preguntas nuevas. Algo que no continua en los próximos minutos.

Al poco tiempo de que el conflicto llegue a la película, los temas a tratar se achatan, la narración comienza a dar más respuestas que preguntas y uno comprende qué es lo qué va a pasar mucho antes de que pase. Ese misticismo que había en el comienzo, que abogaba por un ritmo profundo y una historia precisa se termina perdiendo casi por completo en la llegada del segundo acto, generando dos películas muy distintas.

Aún así, esta «segunda película» no está del todo mal, porque aún siendo reiterativa y obvia tiene sus momentos de tensión bien construidos. Es destacable la actuación de la protagonista, Clara Rugaard, que logra su primer papel protagónico con muy buen rendimiento y credibilidad. No se puede decir lo mismo de la ya estrella, Hilary Swank (Million Dollar Baby), que construye un personaje bastante lineal y algo sobreactuado. Puede que no sea culpa de nuestra querida actriz, ya que desde el guión se puede ver una construcción poco detallada de la personalidad y los conflictos de este personaje, pero aún así su actuación sigue llamando la atención, negativamente.

Este cambio de estilo y tono termina afectando negativamente al ritmo, y en consecuencia, a la duración. A pesar de durar menos de dos horas, el final de esta historia tiene una carga bastante pesada. La última media hora del film carece prácticamente de tensión y, siendo una película de Netflix pensada para ser vista en un sillón, este tipo de cuestiones se notan aún más. La atención del espectador se muta en aburrimiento.

Aún así, si uno busca poco, esta película logra dar ese poco. Como entretenimiento funciona y como película para ver alguna vez que se busca contenido en Netflix, también. Es un poco mejor que el promedio de obras post-apocalípticas que se encuentra en la plataforma, pero no llega ni de cerca a sentirse especial o buena por si sola. Algunas de sus actuaciones, su dirección y principalmente su guion son los responsables de la calidad promedio de este film que a pesar de manejar un presupuesto bajo, lo esconde muy bien y termina siendo esa atención por el detalle en el apartado artístico y unos primeros 15 minutos geniales lo poco por lo que vale la pena ver esta película. Mucho ruido y pocas nueces, pero al fin y al cabo, sirve.

PUNTAJE: 5/10

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• Título original: I Am Mother
• Año: 2019
• Duración: 114 minutos
• País: Australia
• Dirección: Grant Sputore
• Guion: Michael Lloyd Green
• Música: Dan Luscombe y Antony Partos
• Fotografía: Steve Annis
• Reparto: Clara Rugaard, Hilary Swank, Luke Hawker, Tahlia Sturzaker y Jacob Nolan
• Productora: Penguin Empire / Rhea Films / Southern Light Alliance / Southern Light Films. Distribuida por Netflix
• Género: Ciencia ficción.
• Sinopsis: Una chica adolescente (Rugaard) es criada en un refugio subterráneo por una madre robot. Pero el vínculo entre ambas se ve amenazado cuando entra en escena una mujer desconocida y ensangrentada (Swank) que pone en tela de juicio todo lo que su madre robótica le ha enseñado sobre el mundo exterior.