A comienzos de abril llega film dirigido por Doug Liman que adapta la primera entrega de la serie de novelas de ciencia ficción escritas por Patrick Ness. Aquí nuestra review.

Por @mauvais1

Ciertamente, la adaptación al cine de la trilogía escrita por Patrick Ness (autor de «Un monstruo viene a verme» y «Los demás seguimos aquí» por mencionar algunas de sus obras) llamó mi atención inmediatamente, y más aún cuando se supo que Charlie Kaufman (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, Anomalisa, I’m Thinking of Ending Things) y John Lee Hancock (The Little Things) estaban involucrados en el proyecto; y aún cuando en su desarrollo desaparecieron de los créditos y solo se mencionó a Christopher Ford (Spider-Man: Homecoming) seguía sonando interesante ver cómo este encararía el sucio western de ciencia ficción y algo de fantasía, en el que también se dibujaban varios escarceos políticos.

Porque la trilogía, más allá de ser un young adult (YA) como lo catalogan en lengua anglosajona, es un interesante experimento de varios géneros (nada nuevo aquí), pero que no da por sentado nada y adentra al lector en un universo cruel, sucio y traicionero. De repente, Doug Liman (The Bourne Identity, Edge of Tomorrow) tenía en sus manos suficiente material para amenizar un entretenido y malsano convite al espectador, ya que el original al menos, lo tiene todo. Y no caeremos en comparaciones con respecto a la adaptación, ya que la misma debe servirse como algo novedoso, que para copia ya existe el original escrito, pero sí se podría esperar que mucho de lo expuesto, ideas, temas, conflictos, pudieran merecer ser hallados en el film.

Pues habiéndolo visto, las cosas sí parecen haber sido un caos con mucho ruido, y no de la mejor manera. La historia inicia en el año 2257, Todd Hewitt (Tom Holland) descubre a Viola Eade (Daisy Ridley), una chica misteriosa que aterriza en su planeta, donde todas las mujeres han desaparecido y los hombres sufren por lo que llaman «el ruido» (the noise), una fuerza que pone todos sus pensamientos en exhibición. En este peligroso paisaje, la vida de Viola está amenazada, y mientras Todd jura protegerla, tendrá que encontrar su propio poder interior y descubrir los oscuros secretos del planeta.

Por comenzar, el cambio de edad en los personajes de 13 años apróximadamente a unos veinteañeros protagonistas, daba pie a una mirada más madura y adulta en la construcción de estos, en las posibilidades de sus ruidos y conflictos; y por otro, el elenco liderado por Mads Mikkelsen, Demian Bichir, David Oyelowo, y claro, Daisy Ridley y Tom Holland, no auguraban nada malo, pero el problema reside en la falta de amplitud al desarrollar el nudo dramático, que solo es sostenido por un crimen oculto. Que, aunque aberrante, solo es una arista de varios planteos interesantes sobre las vivencias de colonos en un ambiente hostil. Y por el caos generado con la llegada de una joven que desata un conflicto que por extrañas circunstancias lleva a todos al borde el colapso social, ya bastante establecido, pero que al ser superficialmente planteado en su inicio, no genera el portento que clama.

Es decir, se sujeta de manera redundante en el meollo y no permite una construcción coral de la historia, porque la propone y a fuerza de inercia empuja. Pura y simple inercia generada por acciones. Los personajes son vaciados para luego ser viciados por tópicos superficiales y posturas esquemáticas. Son perseguidos y constituidos por un único sentimiento. Como si cada uno debiera representar una idea y no más, lo que los convierte en criaturas superfluas y para nada atractivas.

Los cambios son rudimentarios en ellos, expositivos sin transición. De la admiración a la admonición sin más que unas razones establecidas en diálogos y no en hechos. ¿Realmente Todd Hewitt puede pasar de admirar y copiar al alcalde Prentiss, con el que creció en ese austero y violento mundo, simplemente porque una desconocida recién llegada lo hace? Viola llega a oír algo al respecto, pero jamás vemos que comparta con el joven sus aprensiones, en ese silencio de presa acosada. Y es drástica la reducción de contexto en la historia. Todos saben que esos hombres pagan un crimen en ese alejado asentamiento que lleva el nombre del alcalde, pero en ningún momento es dicho o insinuado, y por lo tanto la historia de ellos, en Prentisstown, se convierte en un misterio revelado a medias, como los «Spackle» (zulaques), especie nativa del planeta que roza una escena y desaparece sin dejar rastro de por qué ha sido citada.

El problema, en definitiva, no se encuentra en la anodina y poca orgánica cacería a través de bosques y otros asentamientos, también en el poco desarrollo con que son abordados los personajes. Cynthia Erivo es un ejemplo claro de esto, porque pretende contar una aventura de supervivencia en un planeta recién colonizado, con naves interplanetarias y con pensamientos abstractos conjurados en imágenes y colores alrededor de las cabezas de los hombres, sin darle un trasfondo, un concepto que los englobe.

La trilogía literaria, muy al uso en el género Young Adult de ciencia ficción y sucedáneos, adentra a los personajes en un posible, una distopía que es una extravagancia llevada al límite de nuestro mundo. Y tal aventura se construye desde las bases, las leyes físicas, morales y psicológicas que anclan a los personajes con este, cosas que justamente en el film no son tenidas en cuenta, no son advertidas en ningún momento y los protagonistas rebotan en este contexto sin sentido alguno.

En definitiva, «Caos: El inicio» (Chaos Walking – 2021) se apresura con una narración fragmentada, que en su apuro desestima la construcción de sus protagonistas y los asimila limitados. El chauvinismo masculino tóxico y oscuro queda como algo anecdótico y mal desarrollado, que trae consecuentemente un final reduccionista. Solo se trata de ocultar un crimen y la consecuente venganza de sus víctimas, pero sin un background dramático que los ampare.

PUNTAJE: 4/10

Título: Caos: El Inicio (Chaos Walking – 2021)

Dirección: Doug Liman

Guion: Christopher Ford

Reparto

En Prentisstown, Todd ha crecido creyendo que la «Masilla» fue la responsable de liberar un germen que asesinó a todas las mujeres y contagió con el «ruido» al resto de los hombres. Tras descubrir un remanso de silencio en un pantano, sus padres adoptivos le obligan a huir lo más rápido que pueda, dejando todo atrás salvo un mapa del Nuevo Mundo y un mensaje, así como un sinfín de preguntas sin responder. Pronto descubre la fuente del silencio: una chica llamada Viola. Los dos deben avisar lo antes posible sobre la inminente llegada de una nave para que el intendente Prentiss pueda preparar un ejército para la guerra.