Fucking Fucking Yeah Yeah: El regreso de Favio Posca

11 de mayo de 2016 Diego Alvarez Teatro 0

Luego de una exitosa y larga temporada presentando Painkiller, Favio estrenó el 5 de mayo, su noveno show, en la sala Pablo Picasso de Paseo La Plaza.

Por @diegui83

Fucking Fucking Yeah Yeah es un estilo de vida, es dejarse llevar como un canto rodado, que se entrega a la pendiente sin ofrecer resistencia.

Es como el agua de una cascada cayendo de las alturas.

Es como el vuelo en picada de un Cóndor jugando con el viento.

Es vivir las sensaciones a fondo sin temer a la incertidumbre.

Es hacer la plancha en la tempestad confiando que el mar te puede sacar.

Favio Posca vuelve al Paseo La Plaza con su nuevo show: el unipersonal que va cambiando tal cual como pasa la vida, siempre con algo positivo que contar y compartir.

Los personajes siguen siendo los mismos de siempre (Mirsha, El Perro, Pitito, Angelito, etc.), pero siempre tienen una nueva historia para contar, porque pasan los años y esos «muñecos» creados por el oriundo de Mar del Plata también siguen sus vidas, separadas de su Gepetto.

Es impresionante la capacidad física de Posca para caminar el escenario, empatizar con su público y moverse al son de la música casi instantáneamente, cual rockstar urbano (si tal denominación existe).

La música original, compuesta por él mismo y su hijo Rocco, afianzan la performance de cada personaje, dándole su personalidad característica y sirviendo de separador para cada uno de ellos, junto a una puesta en escena escueta (unos pocos juegos de luces y dos pantallas LED) que son plenamente funcionales para que el actor avance sobre las tablas cual depredador hacia sus víctimas.

Los temas siguen siendo los mismos de siempre, y al espectador acostumbrado no les sorprenderá que hable de sexo o drogas con un lenguaje callejero y escatológico, sino que irá por más y festejará cada una de las denominaciones del sexo masculino que hace, por ejemplo, el travesti (ahora operado) Mirsha.

Como casi en todos sus espectáculos, tanto Pitito y El Perro (el cual tiene como tarea expresar y explicar el título de la obra, tal Maestro de Ceremonia) son los más aplaudidos y es que ya con más de 20 años en escena, son sus marionetas más queridas y adoradas en este mundo en el cual, el actor hace lo que mejor le sale, y siempre sale ganando.