En esta nueva sección queremos recordar y revisionar a los mejores exponentes de uno de los géneros que revolucionó la historia del cine: el Spaghetti Western.
Por @ElPatoAlvarez_
Joe (Burt Reynolds) es un navajo que quiere vengar el ataque a su aldea por una banda de matones dirigidos por Duncan (Aldo Sambrell) que se dedica a recolectar cabelleras indias por un dólar, arrasando una ciudad tras otra sin que nadie pueda detenerlo. Tras arrasar Pyote, Duncan y su banda se dirigen a Esperanza para asaltar un tren que transporta una gran cantidad de oro, pero Joe se hace con el tren y lo lleva a la ciudad dando la voz de alerta a sus habitantes, que no tienen más remedio que confiar su seguridad al extraño indio navajo.
Sergio Corbucci fue destacado por dirigir películas en donde los personajes o bien tenían alguna incapacidad o eran seres torturados tanto física como psicológicamente (un claro ejemplo es su Django). En este caso se reserva la primera pero la historia es el racismo y sus consecuencias.
Un ferviente detractor de los que se le ha hecho a través del tiempo a los pueblos originarios, para Corbucci la primera opción del protagónico era Marlon Brando. Obviamente el caché del famoso actor era demasiado y se tuvo que conformar con el hasta ahí ignoto Reynolds, un ex-jugador de fútbol americano y doble de riesgo. Para Reynolds tambien hubo una desidia, ya que su idea era que la película la dirigiría Sergio Leone. Error de Sergios.
El film podria haber sido un drama intenso, pero algunos desaciertos del guión hacen que sea una película llena de acción y con poco destaque del protagonista (no por eso menos disfrutable). Las escenas son súper violentas, con asesinatos de bebés incluídos. Sambrelli se destaca como villano, un tipo sin escrúpulos pero con una «buena razón»: Duncan es un mestizo, hijo de un indio y una mujer blanca. Esto quiere decir que odia a las dos razas por igual.
El texto más explícito de denuncia en el guión es donde Joe pide la estrella de sheriff alegando que él es el verdadero americano (dado que los comisarios son solamente «americanos puros»). El clímax del film deja abierto el destino de Joe, cuando en realidad Reynolds había pedido expresamente que su personaje muriera. Nicoletta Machicavelli (fallecida hace unos días atrás) es la nativa encargada de ser el nexo entre Joe y el pueblo que aborrece pero necesita de su protección.
La película se filmó en España, Italia y los Estudios Laurentis que estaban todavía en construcción. Qué decir de la partitura de Ennio Morricone, siempre eficaz, ahora capturando los gritos desgarradores y al mismo tiempo armónicos de los nativos americanos. Navajo Joe tuvo fuertes críticas en su momento, a la vez que fue prohibida y restringida. Curiosamente (o no tanto) en Japón fue muy popular y hasta hace unos años las únicas copias que circulaban en DVD eran de este país.
Un film que, revisitado, cada vez toma mejor sabor. Aún con sus fallas y errores. Una película con tanta importancia, que hasta Sylvester Stallone se basó en ella para crear a uno de sus personajes mas icónicos: John Rambo.
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