Retrospectiva Bastarda: «They Live» (1988), de John Carpenter

Una de las mejores películas de John Carpenter y tal vez la más vigente. Sus postulados parecen orbitar el planeta 32 años después y en esta retrospectiva te invitamos a que despiertes con nosotros, pues ellos… están vivos.

Por @santiagufranco

Cuando un creador del séptimo arte quiere dar a conocer sus ideas o presentar alguna tesis sobre el tiempo en el que vive tiene dos caminos; el primero consiste en adaptar una historia ya sea basada en un hecho real o con elementos realistas y propios del mundo que le rodea. Así Oliver Stone nos entrega una obra maestra como Platoon o Pakula se interna en las intrigas de un escándalo en Todos los Hombres del Presidente.

El segundo camino consiste en plantear alegorías que bien pueden ser sutiles o no, que suelen recurrir al terreno de lo fantástico y  pueden hacerse ya sea con cierta autoconsciencia o incluso de manera inconsciente con racionalizaciones a posteriori sobre las causas que le llevaron a plantear un mundo dentro de la pantalla con sus particulares reglas. En ambas elecciones nos hemos encontrado con grandes historias; pero curiosamente son las historias alegóricas las que suelen viajar en el tiempo pues pueden adaptarse a las circunstancias cambiantes del mundo y encontrar una resignificación propia para cada presente.

La invasión de los Usurpadores de Cuerpos dirigida por Don Siegel se interpretó como una alegoría sobre la paranoia anticomunista de los 50’s en la era del macartismo aún cuando sus creadores desmintieron esta aseveración. La noche de los muertos vivientes de George A. Romero dio inicio al fenómeno zombie (por cierto, esta palabra jamás se menciona en la cinta) que ha permanecido hasta nuestros días con una poderosa incursión en cómics, libros y series de televisión. Esta película fundacional y las posteriores del director estadounidense fueron interpretadas como alegorías sobre el racismo, el consumismo y la pérdida de la voluntad en beneficio de los grandes capitales, todo dependiendo de la década en que se estrenaran.

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Y por esta misma vía viaja la película de John Carpenter, They Live. Uno de los llamados maestros del terror ha sido muy claro en aborrecer la presidencia de Ronald Reagan al frente de su país. Una era en la que considera que el capitalismo se tomó por completo todas las esferas de la sociedad generando individuos apáticos por temas como la equidad, la pobreza y la ausencia de espíritu crítico frente a la corrupción de la libertad creativa. Lo único que vale es la obediencia, el consumismo y la producción sin importar las vidas que cueste.

Todos estos ingredientes los metaforiza no de manera muy sutil en esta película muy cercana al cine serie B en el que un obrero desempleado descubre mediante el uso de unas lentes de sol que estamos rodeados por seres de otro planeta que los demás no pueden ver, y que nos tienen subyugados mediante mensajes subliminales en la televisión y revistas; estos mensajes mantienen al resto de ciudadanos en una especie de hipnosis en la que se dedican a hacer su trabajo sin cuestionar nada, por el contrario, adhiriendo al perverso sistema y en ocasiones aliándose a los alienígenas para poder tener un mejor estatus.

¿Estamos hablando del 2020? No, es una película de 1988 pero tal vez sea de las más vigentes de Carpenter. Y el talentoso director se vale de pequeñas cosas para hacer hincapié en sus tesis. Hay una escena en la que uno de los alienígenas está acompañado por una de sus empleadas quien lleva las bolsas del supermercado con una mirada totalmente impersonal, vacía,  como un zombie de Romero (incluso hay un guiño final al director nacido en New York). En They Live, los zombies son los seres humanos, despersonalizados, aferrados a la estabilidad que le proveen las herramientas dadas por los villanos del espacio exterior.

Puede que They Live no sea perfecta en calidad técnica y actoral pero está hecha con una ausencia de pretensiones artísticas más allá de las mencionadas y es además muy entretenida. Es una película de bajo presupuesto protagonizada por Roddy Piper, un peleador de lucha libre con capacidades actorales precarias, y Keith David, a quien habíamos visto previamente en la obra maestra de cine fantástico, La Cosa. A pesar de ello, los personajes están construidos como individuos de pocas palabras, con frases cortas pero secas, típico en un admirador de los westerns de Howard Hawks. Ya no cuenta en la dirección de fotografía con el talento de Dean Cundey y en la música nos encontramos, cómo no, al mismo Carpenter componiendo; el cine de Carpenter no se entiende sin su música llena de sintetizadores y acordes monótonos y no se hace mejor si le añadimos orquestas sinfónicas.

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Cuando se logran ver los extraterrestres, en realidad resultan ser muy parecidos a nosotros, cercanos a lo que sería un cadáver en descomposición. Esto según el propio director es intencional, pues quería mostrar que el daño que estos seres le hacían a la humanidad era justamente descomponerlos, pudrirlos. Como ven, una alegoría en todo el sentido de la palabra.  Hay una escena mítica en la película y es una pelea cuerpo a cuerpo entre los personajes interpretados por Piper y David en la que se dan puños y patadas por casi seis minutos; es completamente innecesaria, desbordada, exagerada, con un origen completamente superfluo y a la vez maravillosa. Puede que al verla te encuentres preguntándote sobre el valor de esta escena con una sonrisa en la cara. Y es precisamente lo que quiere Carpenter, lo ha dicho siempre, él no busca hacer obras maestras basadas en libros de Flaubert o Dostoievski, él quiere que la gente se entretenga. Por ello salió a desmentir de manera furiosa a un grupo de neonazis que intentaron ver en la película una metáfora sobre el poder de los judíos en las grandes empresas. Es el problema que pueden tener las alegorías, sus reinterpretaciones pueden filtrarse a través de visiones sesgadas. Pero sus virtudes no son pocas, y con esta película tal vez comiences a ver el mundo actual con lentes de sol.


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Título original: They Live

Año: 1988.

Duración: 91 min.

País: Estados Unidos.

Dirección: John Carpenter.

Guion: John Carpenter.

Música: Alan Howarth y John Carpenter.

Fotografía: Gary B. Kibbe.

Reparto: Roddy Piper, Keith David, Meg Foster, John Lawrence, George ‘Buck’ Flower, Peter Jason, Raymond St. Jacques, Susan Barnes, Sy Richardson y Norman Alden.

Productora: Alive Films.

Un trabajador encuentra casualmente unas gafas que permiten ver a las personas tal y como son. Gracias a ellas descubrirá que importantes personajes de la vida política y social son en realidad extraterrestres. Durante su particular cruzada podrá observar cómo estos alienígenas han ido sembrando el mundo de mensajes subliminales con los que pretenden convertir a los hombres en una raza de esclavos.

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