El director Paco Plaza deslumbra con un crudo thriller de venganza sobre el narcotráfico, mezclando acción y mucho drama. A partir de 2 familias narra la violencia heredada, como una característica congénita, encarnada profundamente en el protagonista que no puede ver más allá de su resentimiento: un enfermero ejemplar, a punto de ser padre, debe atender a un capo del negocio de las drogas en el asilo donde trabaja, lo que conlleva a un odio inevitable. Está disponible en Netflix y te contamos por qué vale la pena verla.

Por @Gimei18

Esta historia de venganza se siente demasiado real y eso es lo que lo vuelve tan fuerte; la búsqueda de equilibrio entre la familia que uno forma y los mandatos que vienen establecidos por la familia de origen, a veces es imposible. La sed de venganza es el mismísimo descenso a los infiernos, de la mano del enorme Luis Tosar que entrega un trago amargo que, al mismo tiempo, no se puede dejar de mirar, por la grandilocuencia del guion, la dirección y las interpretaciones.

Es la primera vez, desde Romasanta, la caza de la bestia (2004), que Plaza dirige una película cuyo guion no escribió. Además, no hay elementos sobrenaturales luego de los éxitos de la saga [REC] (2007, 2009 y 2012) y la fabulosa Verónica (2016), donde primaban esos seres extraños y aterradores. Esta vez es real, todo le podría pasar a cualquiera de nosotros y por ello será que se siente tan amargo lo que vive el protagonista. Paco Plaza hace maravillas con un guion excelente en manos de Juan Galiñanes y Jorge Guerricaechevarría.

Mario (Luis Tosar) es un enfermero que trabaja en un asilo de ancianos, en un feliz matrimonio con Julia (María Vázquez) y a punto de ser padre. Una vida perfecta, una hermosa casa donde verán crecer a sus niños, mientras bailan los clásicos de Julio Iglesias y ríen a carcajadas. Toda esa paz da un inesperado giro cuando en el asilo ingresa Antonio Padín (Xan Cejudo), un jefe narco muy anciano al que ya el cuerpo no le responde bien pero sí el cerebro por lo que sigue dando órdenes a sus hijos, quienes continúan el negocio y tienen esperanza en salvar su propio pellejo de una vez por todas.

Con esa aparición, resurgen dolores del pasado de Mario que no puede dejar atrás y es así como comienza un camino arrollador de venganza como única idea de vida, arriesgando todo lo bello que alguna vez tuvo su existencia. La abrumadora narrativa se cierra con un plano final que resume lo terrible que resulta cuando gana la ferviente sed de venganza al amor de familia. Con esa imagen, Plaza deja a todos boquiabiertos y sin poder tragar saliva ante el horror.

Está claro que Luis Tosar se roba toda la película. Clarísimo. Con un papel turbio, de tipo conflictuado que elige el camino incorrecto. El director hace magia con los personajes, tan definidos, tan sufridos, tan violentos. Xan Cejudo se destaca como el anciano que no puede más con su cuerpo pero su mente maquiavélica continúa haciendo estragos. Si bien la historia se centra en Mario y el anciano, mucho hacen en escena los 2 hijos del narco: Ismael Martínez y Enric Auquer, este último ganador del Goya a Mejor Actor Revelación por esta actuación.

Como se mencionó anteriormente, el vínculo entre guion, dirección y actuaciones hacen una película cruel, donde la violencia está a la orden del día, como algo heredado, no adquirido; nadie puede elegir ser distinto a lo que le viene innato. El primer plano de la almeja siendo aplastada anticipa todo el reguero de odio que Mario será incapaz de perdonar, hasta llegar al último minuto, pequeño y enorme al mismo tiempo, que cala hondo en el corazón y deja sin habla. La trágica conexión entre la muerte y el nacimiento, a partir de las acciones de Mario, queda plasmada desde el principio y se mantiene durante todo el metraje. La cámara termina arrastrando al espectador a sentir la misma obsesión que Mario.

El particular ritmo de Quien a hierro mata (2019), el manejo de los tiempos y los giros en el guion vuelven más despiadada esta cruel historia de venganza donde el final se vuelve inevitable en la mente del espectador pero, al mismo tiempo, genera una adrenalina incómoda digna de un excelente thriller, comparable con los mejores exponentes del género coreano. Muy buena película, que atrapa y repele en partes iguales.

PUNTAJE: 8/10

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Título: Quien a hierro mata

País: España.

Año: 2019.

Dirección: Paco Plaza.

Duración: 107 minutos.

Guion: Juan Galiñanes, Jorge Guerricaechevarría.

Producción: Vaca Films / Atresmedia Cine / Film Constellation / Playtime Production.

Fotografía: Pablo Rosso.

Música: Maika Makovski.

Reparto: Luis Tosar, Xoán Cejudo, Enric Auquer, Ismael Martínez, María Vázquez, Dani Currás, Pablo Guisa Koestinger, Marcos Javier Fernández Eimil, María Luisa Mayol, Víctor Duplá, Alberto Abuín.