Inmenso Bastardo N°13: «La puerta del cielo» (1980), de Michael Cimino

Bienvenidos a Inmenso Bastardo, la sección semanal en la que nos encargamos de explorar la historia del cine, pero con un detalle: Todas las películas que hablaremos en la sección duran 3 horas o más. En la entrega de esta semana hablaremos de uno de los desastres más grandes de la historia de Hollywood. Es el momento de La puerta del cielo (1980), dirigida por Michael Cimino y que, desde su estreno en 1980, hizo que la industria de cine estadounidense cambiara para siempre.

Por @nicobarak

Ya es algo quizás demasiado frecuente en esta sección el hablar de películas con producciones complejas, presupuestos abultados y riesgos llevados a la máxima expresión, pero el caso de esta semana es, sin lugar a dudas, al que peor resultados llegó y el que más consecuencias dejó en la industria. Una industria que, de buenas a primeras, le estaba complicando cerrar los números de algunas superproducciones de autor, mientras que por el otro lado veía el éxito impresionante de lo que se iba a convertir en la cultura pop de los ’80, el cine pochoclero y todo lo que hoy conocemos como “la narrativa mainstream”. El caso de La puerta del cielo fue, sin embargo, el que dejó la campanada final en esa lucha. United Artists, la productora del film, cargó con las consecuencias del fracaso, y su legado a partir de aquel fallido estreno comercial fue el de ser la película que terminó de finiquitar y finalizar aquella era dorada del Hollywood de los ’70.

Esta productora no era cualquier otra. Fundada en 1919 por Charles Chaplin, D.W Griffith (que después de protagonizar el primer numero de la sección vuelve a aparecer simbólicamente aquí), Mary Pickford y Douglas Faribanks, United Artists se fue haciendo fama dentro de la industria como una productora con una visión muchísimo más abierta sobre el arte cinematográfico. Justamente dos de los miembros fundadores eran, efectivamente, directores que habían sido rechazados o maltratados dentro de las estructuras de otros grandes estudios de la época.

Griffith estaba cancelado dentro del sistema de estudios (y no por hacer una de las películas más racistas de la historia, sino por su película siguiente, un fracaso comercial inéditamente colosal para la época) y Chaplin buscaba una estructura de trabajo que le permitiera total libertad artística. Con el tiempo y el apoyo de estos y otros directores, United Artists ganó prestigio y produjo algunos de los films más importantes de la historia estadounidense, haciéndose un lugar al lado de las grandes productoras como Warner o Columbia Pictures.

La visión independiente y libre de United Artists fue clave para su posicionamiento, pero el fracaso de Cleopatra (1963) en los ’60 sumado a sus propios fracasos como productora hicieron que la misma fuera adquirida por una empresa financiera llamada Transamerica Corporation. Esta alianza facilitó a que la productora subsista económicamente, pero como veremos, dejó algunos conflictos internos que terminaron posibilitando la existencia del film de hoy.

En los 60 y los 70, United Artists comenzaba a enfrentar una situación bastante particular. Habían producido films de gran renombre como Rocky (1976) o Annie Hall (1977), pero también habían sido parte de la distribución y producción de películas como Cowboy de medianoche (1969) o El último tango en parís (1972), que fueron arduamente criticadas por ser demasiado adultas y explicitas, ambas con calificación X (para mayores de 18 años) y repletas de polémica. Transamerica, el holding financiero que contenía la productora, no estaba contento con que su nombre quede asociado a películas “tan extremas” y luego de una batalla entre ejecutivos, la productora queda a cargo de nuevas y supuestamente más cautas manos. Nada más lejos de la realidad.

Dentro de esta nueva dirección, la productora buscaba tener su primer hit comercial para remarcar y empoderar la marca. En el medio de esa búsqueda, Michael Cimino ganaba el Premio Óscar al mejor director por su film El francotirador (1978), una película bélica que fue una de las primeras en hablar críticamente sobre la guerra de Vietnam. United Artists vio en Cimino un supuesto autor sin igual, y lo llamaron para producirle algún film.

La idea era hacer una película que rompiera la taquilla y sea un éxito igual de grande que El francotirador. El presupuesto otorgado originalmente fue, entendiendo esto, bastante abultado. Más de 11 millones de dólares fueron previstos, para un film de época que iba a contar la lucha entre la asociación de granjeros y los inmigrantes europeos en el siglo XIX, narrada en un tono western y con presencia de grandes actores. Esto último, sin embargo, no llegó a lograrse del todo.

Muchos de las estrellas consultadas no se interesaron por el proyecto, y el presupuesto comenzaba a elevarse para poder así tentar nombres más potentes. Christopher Walken y John Hurt por ejemplo, dijeron que si, pero otras estrellas como Henry Fonda, James Stewart y hasta el mismísimo John Wayne, quedaron fuera. Todos ellos en la lista de requeridos por el director y que, por una cosa u otra, no terminaron en el film. Cimino quería llenar de estrellas la película, y el presupuesto no estaba para eso.

Aún así, lo que iba a salir 11 millones no salió 11 millones. Secuencias costosísimas, miles de extras y un detallismo absoluto llevó a La puerta del cielo a costar 4 veces su presupuesto original. Los productores, seguían aprobando incrementos de presupuesto, pero nunca se esperaron un recibimiento tan negativo. El primer corte del film llegó a durar más de 5 horas, y luego de acortarlo por pedido de United Artists, el film llegó a las 3 horas y 39 minutos. Este corte si fue estrenado comercialmente, pero fue destrozado por la crítica de la época.

Quizás con un tono demasiado violento, los críticos de la época asesinaron el prestigio de Cimino y la película tuvo una primera semana con poquísimos espectadores. Luego de este primer fiasco, la productora sacó el film de las salas y Cimino re-editó la película a un corte de 2 horas y 29 minutos, la cual fue aún peor que el anterior y terminó de catapultar el camino de la película. 44 millones gastados para solo recibir poco más de 3 millones en taquilla, con toda la crítica devastándola y los recientes ejecutivos de United Artists como cabezas a ejecutar. El resultado fue aún peor.

Transamerica Corporation decidió dejar de hacer películas y le vendió la productora a MGM. De esa manera, una de las productoras de cine independientes más importantes de la historia quedó fuera del mapa cinematográfico. La carrera de aquel prometedor Michael Cimino quedó marcada para siempre, y los poquísimos films que dirigió después quedaron siempre envueltos en rodajes complicados, presupuestos no respetados y una infama total como lunático y caprichoso.

Un fenómeno que se venía forjando durante los 70 se terminó de materializar en 1980, luego del estreno del film. Los productores de cine se crearon su propio mantra. «No queremos ser los responsables de la próxima La puerta del cielo«. Mientras tanto, Star Wars: El imperio contraataca (1980) generaba más de 500 millones de dólares en taquilla, a la par de que Spielberg comenzaba a escribir el guion de E.T, el extraterrestre (1982) y Robert Zemeckis empezaba a pensar en el guion de Volver al futuro (1985). Un cine moría y otro cine nacía.


  • Título original: Heaven’s Gate
  • Año: 1980
  • Duración: 219 minutos
  • País: Estados Unidos
  • Dirección: Michael Cimino
  • Guion: Michael Cimino
  • Música: David Mansfield
  • Fotografía: Vilmos Zsigmond
  • Reparto: Kris Kristofferson, Isabelle Huppert, Christopher Walken, Jeff Bridges, Sam Waterston, John Hurt, Mickey Rourke, Brad Dourif, Terry O’Quinn, David Mansfield, Ronnie Hawkins, Joseph Cotten, Paul Koslo, Tom Noonan, Willem Dafoe
  • Productora: United Artists
  • Género: Western.

En el verano de 1870, Averill e Irvine terminan sus estudios en la Universidad de Harvard. Veinte años después, viven en circunstancias muy distintas. Averill, más serio y visiblemente más viejo, se ha convertido en un «marshall» federal. Por su parte, Irvine, destruido y arruinado por la bebida, pero todavía en su sano juicio, es miembro de la asociación Stock Growers Agricultores, que está involucrada en un conflicto.

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