[REVIEW] Corsage: La emperatriz rebelde

Tarde pero seguro llega a los cines argentinos el film de Marie Kreutzer «Corsage: La emperatriz rebelde»; una biografía anacrónica y crepuscular de la célebre emperatriz Isabel de Austria, Sissi.

Por @mauvais1

La revisión histórica, la reconstrucción de la misma como vehículo para narrar realidades actuales, su reestructuración que navega una fantasía que habla de posibilidades. La vida de Isabel de Baviera es por demás, como de otras muchas celebridades femeninas de la historia, un modelo para analizar momentos, estilos, formas y convenciones de un mundo que aunque distante ha demostrado ser bastante cercano en su núcleo.

La película escrita y dirigida por Marie Kreutzer esta vez toma la vida de la celebérrima Sissi desde los años intermedios a las convencionales biopic del personaje, nada de su amor a primera vista con el que se iba a comprometer con su hermana, o hacia el final donde la tragedia se cebó hasta saciarse con quienes la rodeaban. En ese 1877 donde el film comienza es un punto equis, un cenit extraño donde ella comienza a rebelar su naturaleza consecuencia de juventudes y presagios de futuros.

La mediana edad, la adulto joven de 40 años, que entonces a finales del siglo XIX es visto como adulto ya establecido, conforme y a la espera de realizaciones externas, un retrato que otros admirarán pero ya puesto en galerías para exhibición más que acción. Justamente cuando ella, de acuerdo a Kreutzer comienza a escribir su propia historia.

El trabajo de Vicky Krieps como Elisabeth es fabuloso, dota a esa extraña criatura nunca satisfecha siempre anhelante tanto física como emocionalmente de una tridimensionalidad apabullante. De una humanidad no rota más bien conflictuada con todo aquello que percibe dentro y no logra definir. La narración es sobre, y justamente, la definición personal. La construcción de la identidad por fuera de lo que ha actuado en toda su vida.

La propuesta puede ser bastante singular para el espectador que tendrá historias de amor y decepción, pero narrado desde una sensibilidad melancólica, aquietada. La mirada siempre ausente, los cuerpos frágiles, a su vez, se retroalimentan de ese otoño sempiterno que pueblan los personajes, lejanos sin lugar a dudas a sus contrapartes reales, pero prototípicos en en el pacto que la realizadora hace con su protagonista. De hecho el magnifico diseño de vestuario, verán que algunos de ellos son copias exactas de vestidos de la emperatriz, no sobresale ni asfixia, excepto cuando uno se interna en lo privado de Elizabeth y ve como ajustan los corsé. Esa contradicción que es ella, un corsé que deliberadamente se ajusta y una vida que quiere expandirse.

Como hiciera Sofia Coppola con Marie-Antoinette (2006), aquí Marie Kreutzer lo experimenta desde la languidez casi triste de una historia que no parece augurar finales felices. No los hubo en la realidad, aunque los habrá poco convencionales. Narra la mediana edad como final tanto para la protagonista como para esta historia, que no termina fehacientemente en su viaje por el adriático en su yate, sino que años después en las calles de Ginebra.

La narración es crepuscular aún a pesar de las juventudes, los sitios a pesar de alguna cena oficial entre dorados, están derruidos, si apenas habitados circunstancialmente, iluminados con pobreza. La realizadora engloba en el film un mundo por venir, una profecía por cumplirse y un personaje que no se puede definir más que por sus acciones y decisiones, lo que la hace fascinante porque el espectador no obtendrá lo obvio de una biografía, más bien una alucinación de pasibilidades, una construcción que bien podría ser delirio de los fantasmas que habitan esos espacios. La canciones modernas, los anacronismos históricos todo invita a un cuento crepuscular del tipo de las leyendas germanas sobre esas criaturas que más que conquistar sobrevivían sus cuitas y dejaban el mundo a su suerte para releerlos y darles el sitio que la generación necesita.

Corsage: La emperatriz rebelde escapa a los convencionalismos de la biografías al uso del cine, no se acartona en ello, más bien simula una alternativa al explorar los intersticios del alma de su protagonista, sabemos que es una fantasía y al introducirse en ella es cuando el retrato de Sissi, Elizabeth cobra fuerza en lo que apenas se advertido en sus biografías oficiales. Extraña e hipnótica, y no deja de ser más allá de su melancolía, una sátira ingeniosa sobre los que viven en el poder vacío.

PUNTAJE: 10/10


Título: Corsage: La emperatriz rebelde (Corsage – 2022)

Guion y Dirección: Marie Kreutzer.

Reparto: Vicky Krieps, Colin Morgan, Florian Teichtmeister, Finnegan Oldfield, Aaron Friesz, Raphael von Bargen, Alma Hasun, Tamás Lengyel, Jeanne Werner, Manuel Rubey, Katharina Lorenz, Alexander Pschill, Regina Fristch.

Música: Camille.

Fotografía: Judith Kaufmann.

Compañías: Film AG Produktion, Eurimages, Kazak Productions, Komplizen Film, Samsa Film, ZDF/Arte, Luxemburg Film Fund.

A medida que se acerca su cumpleaños número 40, la bella emperatriz Elisabeth “Sissi” de Austria (Isabel de Baviera) comienza a ser considerada oficialmente una persona mayor. Desconcertada, la última emperatriz empieza a buscar formas de mantener su imagen pública, antes idolatrada por su belleza. Una atrevida y oportuna reflexión sobre el valor y la capacidad de acción de una mujer en la Europa del siglo XIX. Destapando la figura de la Emperatriz Elizabeth, revelando sus aspiraciones modernas y los secretos más oscuros de esta disruptiva “influencer” de otra época.

Acerca de Marco Guillén 4338 Articles
Aguanto los trapos a Jordi Savall. Leo ciencia ficción hasta durmiendo y sé que la fantasía es un camino de ida del que ya no tengo retorno.

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