[REVIEW] Homecoming: La inquietante verdad

Estrenada a fines de 2018, «Homecoming» es una serie original de Amazon Prime Video y cuenta con Julia Roberts protagonizando por primera vez fuera de la pantalla grande.

Por @joacods

Roberts interpreta a Heidi Bergman, una asistente social que años atrás estuvo cargo de «Homecoming«, un centro de asistencia perteneciente al Grupo Geist que acoge a veteranos de guerra para ayudarlos con la transición hacia la vida en sociedad. Pero cuando un auditor del Departamento de Defensa indaga sobre su papel en aquella instalación, Heidi comienza a cuestionarse su propia experiencia allí.

Lo primero que debería hacer cualquier espectador que quiera acercarse al mundo de «Homecoming» es tener en cuenta que en ella nada es lo que parece. Ni la serie es una trabajo simple, como uno podría suponer por su formato de pocos capítulos de media hora o menos; ni los personajes son lo que aparentan ser y es por eso (y por mucho más) que todo es tan inquietante como atrapante. La historia está partida en dos, en cuanto a su narrativa: recorre los hechos de la «actualidad», donde Heidi trabaja de camarera en un pueblo remoto; y del pasado, más precisamente de lo ocurrido 4 años atrás, en 2018, cuando trabajaba como encargada del trato directo con los soldados, en el centro Homecoming, propiedad de la corporación Geist.

Desde el primer episodio de la serie notamos que hay algo que no cuadra. ¿Un centro de rehabilitación de soldados para que vuelvan a vivir en sociedad, tercerizado? Es extraño, sí, pero si uno piensa que uno de los negocios más importantes en Estados Unidos es el de la tercerización de cárceles es inevitable preguntarse ¿realmente es tan descabellado? Lo cierto es que a partir de la visita del auditor Thomas Carrasco (en la piel de un gran Shea Whigham, Boardwalk Empire, Fargo) a el bar donde Heidi es camarera, el misterio comienza a crecer poco a poco mientras seguimos la investigación de Carrasco, a partir de una queja realizada tiempo atrás sobre el centro en cuestión.

Homecoming es propiedad de Eli Horowitz y Micah Bloomberg, quienes toman como base el podcast homónimo que ellos mismos crearon para Gimlet Media, empresa que desarrolla desde hace años, podcasts narrativos. Les interesará saber a fans de «Mr. Robot» que Sam Esmail es quien se encuentra a cargo de la dirección de todos los capítulos, por lo que no es casualidad que transmita algo que lo caracteriza: la necesidad de generar en el espectador ese clima inquietante, de creciente suspenso en este thriller psicológico.

Para esto, Esmail decide diferenciar las épocas que retrata utilizando el formato de TV como un recurso narrativo, una estrategia arriesgada pero que funciona a la perfección: el presente sucede en 4:3, avisandonos desde un primer momento que hay algo que no estamos viendo, algo que se nos puede escapar y es por eso que también recurre a las metáforas constantes entre las relaciones que comienzan a entablar sus personajes con elementos que forman parte de su cotidianidad y al uso de iconografía y analogías potentes, apelando a la atención de quien está del otro lado de la pantalla, donde frases que parecen no tener importancia al comienzo de la historia cobran un sentido profundo hacia el final. Es quizás justamente hacia el final, donde la serie parece decaer por el fin del misterio y porque la tensión ya no puede crecer más allá.

Así, la banda sonora en Homecoming posee un papel tan importante como el del recurso de la variación de la relación de aspecto. Es en muchos momentos, la responsable de generar la tensión o aumentar el misterio cuando el espectador poco puede entender acerca de las actividades que se llevaban a cabo en Homecoming y de por qué nadie parece tener intención de aclarárselo a Carrasco.

La serie funciona entonces apoyándose, en dos aspectos fundamentales. Por un lado en su argumento, el misterio que envuelve y enlaza invisiblemente las dos líneas temporales que presenta, lo tétrico de los personajes y sus sonrisas, muchas veces, espeluznantes; un clima de encierro que recuerda pasajes de «Shutter Island«, aquella obra magnífica de Scorsese y con vibras de «The Prisoner«. Por otro lado, en Julia Roberts. Su actuación calla cualquier tipo de prejuicio que se pudiera presentar previamente a ver «una serie de Julia Roberts«. Sus gestos, su facilidad para interpretar al mismo personaje, que se encuentra desdoblado gran parte de la narración, la mirada…lo que dice la mirada de Robers en esta serie es para aplaudir de pie.

El reparto lo completan un fenomenal Stephan James (If Beale Street Could Talk) como Walter Cruz, un soldado que entabla un vínculo estrecho con Heidi; Bobby Cannavale (The Irish Man, Vinyl, Ant-Man) como el turbio jefe de Heidi, Colin Belfast; Alex Karpovsky (Girls), compañero de Heidi en Homecoming y Sissy Spacek (Carrie), en el papel de la madre de la protagonista.

La segunda temporada de Homecoming se espera para el 22 de mayo del corriente año y lamentablemente no contará con Julia Roberts en el papel de Heidi Bergman, aunque se han sumado al elenco Janelle Monáe y Chris Cooper. Contará una historia original con nuevos personajes, desviándose de su material de base.

Disponible en Amazon Prime Video.

Título: Homecoming

Dirección: Sam Esmail

Guion: Micah Bloomberg, Eli Horowitz, Sam Esmail (Historia: Micah Bloomberg, Eli Horowitz)

Reparto: Julia Roberts, Dermot Mulroney, Bobby Cannavale, Sydney Tamiia Poitier, Marianne Jean-Baptiste, Sam Marra, Henri Esteve, Sissy Spacek, Frank Gerrish, Stephan James, Alex Karpovsky, Hong Chau, Jessica Leigh Gonzales, Kristof Konrad, Lauren Lakis, Caitlin Leahy, Jason Rogel, Windi Washington, Shea Whigham, Jeremy Allen White, Frankie Shaw

Primer temporada: 10 episodios.

Heidi Bergman es asistente social en Homecoming, una instalación del Grupo Geist que ayuda a los soldados veteranos a integrarse en la vida civil. Años después, cuando ha comenzado una nueva vida, un auditor del Departamento de Defensa cuestiona por qué abandonó Homecoming. Heidi comprende de inmediato que hay otra historia detrás de la que se ha contado.